Este año se conmemora el 60 aniversario de la muerte de Eugene Bertolt Brecht, reconocido como un gran dramaturgo, lírico e innovador nombrado como uno de los más destacados en Siglo XX; pero fue mucho más de lo que ha tenido que reconocer la burguesía.
Brecht nació en Augsburgo Alemania en 1898 y murió en Berlín oriental en 1956. Fue un activista político, un hombre cuyas obras invitan a la reflexión y a la acción, por eso decía que: «El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma». En 1917 estudió literatura y filosofía, luego estudió medicina, comenzó a escribir durante la primera guerra mundial.
El 31 de agosto de 1928 se estrenó en Berlín en el Teatro Schiffbauerdamm la Ópera de los Tres Centavos, considerada una de sus grandes obras, y que es una magistral crítica marxista del mundo capitalista.
En 1930 empezó a trabajar en estrecho contacto con el Partido Comunista de Alemania, en 1933 tuvo que escapar de los nazis y exiliarse en Dinamarca. En 1935 viajó a Moscú, Nueva York y Paris, donde intervino en el Congreso de Escritores Antifascistas, posteriormente viajó a Estados Unidos y allí incursionó en el cine.
Hoy, 60 años después de su muerte, saludamos la iniciativa de los jóvenes de la Universidad del Valle que con gran esfuerzo organizaron el Primer Festival de Teatro Comprometido dedicado a esta conmemoración, rindiendo el mejor homenaje que se le puede hacer a Brecht. Más allá de ser un evento cultural de tantos, es comprometido en cuanto a la conciencia de los artistas que toman partido al servicio de las masas trabajadoras; una conciencia que empieza a despertar de nuevo, con pies firmes para desenmascarar el sistema; una conciencia que en estos tiempos de la paz de los ricos, no muestra una posición «neutral» del arte, sino que siguiendo los pasos de Brecht, asume una posición política que abraza sus nobles ideales en defensa del pueblo trabajador. Desde las páginas de Revolución Obrera saludamos esta valiosa iniciativa.
«Cuando los de arriba hablan de paz
el pueblo llano sabe
que habrá guerra.»
Bertolt Brecht