EN EL ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE JOSÉ STALIN

EN EL ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE JOSÉ STALIN 1

«Quienquiera que seáis, sabed que la mejor parte de vuestro destino está en manos de este otro hombre que vela también por todos y que trabaja; del hombre de cabeza de sabio, rostro de obrero y traje de soldado.»

Henri Barbusse

El 18 de diciembre se cumplió el aniversario del nacimiento de José Stalin, gran dirigente y maestro del proletariado internacional, sobre quien el imperialismo y la reacción han descargado las más terribles acusaciones, en el vano intento de enlodar la vida y obra del maestro obrero, representante por excelencia de la Dictadura del Proletariado en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas – URSS.

Los ataques a Stalin, característicos del trotskismo y oficializados por el jrushchovismo en el XX Congreso del PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) en 1956, fueron refutados por los marxistas leninistas en la gran polémica contra el revisionismo moderno, con un histórico balance del papel del Camarada Stalin:

“Los méritos y errores en la vida de Stalin son una realidad objetiva histórica. Comparados sus méritos y sus errores, pesan más los primeros que los últimos. Las acciones principales de su vida son acertadas, y sus errores son de segundo orden. Todo comunista honrado que respete la historia, al hacer el balance de las actividades teóricas y prácticas de Stalin en conjunto, verá primero, sin duda, lo que constituye el aspecto principal de su vida. Por lo tanto, al apreciar, criticar y vencer con acierto los errores de Stalin, debemos salvaguardar el aspecto principal de su vida, y salvaguardar el marxismo-leninismo, que él defendió y desarrolló.”

En la actualidad, varios partidos u organizaciones maoístas, sin criticar ese balance, de hecho lo revierten pretendiendo tergiversar la historia, dando más peso a los errores de Stalin que a sus aciertos, y además, extienden ese mismo método y rasero para juzgar la III Internacional. Como afirma la Declaración del MRI en 1984: esto es “aprovechar los errores reales para sacar conclusiones reaccionarias”.

Como parte de rescatar a nuestros héroes y maestros, publicamos un aparte del juicio que hace nuestra Propuesta de Formulación de una Línea Para la Unidad del Movimiento Comunista Internacional sobre el continuador de la obra de Lenin.

STALIN JEFE DE LA REVOLUCIÓN PROLETARIA Y MAESTRO DEL PROLETARIADO MUNDIAL

En contra del renovado odio contra el camarada Stalin, los marxistas leninistas maoístas reafirman el juicio hecho por el Partido Comunista de China en 1963: “como primer punto defendemos a Stalin y como segundo, criticamos sus errores”.

Stalin fue un gran marxista-leninista, un experimentado revolucionario proletario y un luchador implacable contra el oportunismo; por eso es profundamente estimado por los obreros y comunistas del mundo y odiado a muerte por los reaccionarios, la burguesía imperialista y todos los oportunistas. Dirigente del Partido bolchevique y de la Revolución Socialista de Octubre, guio la industrialización y colectivización agrícola en la URSS y fue jefe del Ejército Rojo vencedor del fascismo y el nazismo en la Segunda Guerra Mundial imperialista.

Contra el camarada Stalin resurgió un ataque oportunista en las propias filas maoístas, adjudicándole errores en toda la línea, un ataque que reniega solapadamente del histórico balance hecho por el Presidente Mao, el Partido Comunista de China y los Marxistas Leninistas, contra la alevosía de los revisionistas jrushchovistas, aliados al trotskismo internacional. Este ataque refuerza la propaganda negra burguesa contra la revolución proletaria, contra el socialismo y la Internacional. Mao sostuvo que existen dos espadas: una es Lenin y la otra Stalin; y cuando se abandona la espada de Stalin, el leninismo ha sido prácticamente abandonado; y efectivamente, quienes en el MRI abandonaron y renegaron del Marxismo Leninismo Maoísmo, del proletariado y de su experiencia histórica en la Dictadura del Proletariado, en la Construcción del Socialismo… son efectivamente los mismos que hoy abandonan la espada de Stalin.

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