En la entrega anterior se dio cuenta sobre la introducción del marxismo en Rusia a través de la Primera Internacional, cuyas ideas llegaron al naciente movimiento obrero ruso, difundidas particularmente por un reducido grupo de intelectuales revolucionarios. En esta entrega resumiremos la labor de Lenin desde el grupo Unión de Lucha por la Emancipación de la Clase Obrera de San Petersburgo, la formación del Partido obrero en Rusia que a través de una intensa lucha ideológica derrotó las ideas oportunistas; sin embargo, esta lucha se convirtió a la vez en una lucha con trascendencia internacional al confrontar las tesis oportunistas de los partidos socialdemócratas europeos integrantes de la II Internacional.
Parte 2. La Lucha del Partido Bolchevique Contra las Corrientes Oportunistas
Uno de los defectos del Grupo Emancipación del Trabajo fue que se desenvolvió en el extranjero y sin influencia directa sobre el movimiento obrero ruso. Para aquel entonces el comunismo se encontraba en un desarrollo intrauterino, una de las primeras actividades de los comunistas fue salir al encuentro de las masas obreras, fundirse con ellas, echar raíces y florecer allí. Es cuando Lenin comienza su actuación revolucionaria y a cuajar sus cualidades revolucionarias. Así lo describió Babushkin, un obrero que asistía a círculos de estudios sobre marxismo: «Nuestras lecciones tenían un carácter muy animado, muy interesante; todos estábamos contentísimos de aquellas lecciones y no nos cansábamos de admirar la inteligencia de nuestro profesor». La Unión de Lucha por la Emancipación de la Clase Obrera inició sus pasos vinculándose conscientemente en las masas obreras para educarlas políticamente y dirigirlas, este grupo llevó a cabo la fusión del socialismo con el movimiento obrero, combinando magistralmente la lucha de los obreros por sus reivindicaciones económicas -mejoramiento de las condiciones de trabajo, limitación de la jornada de trabajo, aumento de salario, etc.- con la lucha política contra el zarismo. Ya para 1895 existían en Petersburgo hasta 20 círculos de estudio marxista, a la vez grandes huelgas obreras fueron dirigidas por La Unión de Lucha por la Emancipación de la Clase Obrera, situación que le permitió a Lenin comenzar a unificar todos los grupos marxistas como un paso previo a la creación Partido obrero marxista revolucionario.
En diciembre de 1895 fue detenido Lenin por el gobierno zarista, pero ni en la cárcel cesó su ardua tarea de orientar a los comunistas en sus actividades. Lenin redactó un borrador de Programa del Partido el cual hubo de escribirlo con leche entre las líneas de un libro de medicina para no levantar sospechas. Las organizaciones comunistas (en aquella época llamadas socialdemócratas) comenzaron a esparcirse por toda Rusia, aumentaban en número y pululaban a lo ancho y largo de la Rusia zarista, pero después de la detención de Lenin y de sus más cercanos compañeros de lucha, se renovó considerablemente la dirección de la Unión de Lucha de San Petersburgo. La nueva generación comenzó a seguir una línea política errónea. Declaraba que a los obreros había que llamarlos solamente a la lucha económica contra los patronos y que la lucha política incumbía a la burguesía liberal, a la que correspondía la dirección de la misma. Se comenzaba a perfilar una línea oportunista dentro del movimiento comunista que recibió el nombre de «economista».
Los «economistas» fueron el primer grupo conciliador, oportunista, que se formó dentro de las filas de las organizaciones marxistas en Rusia. Ya para esta fecha el populismo desabrochó su vertiente más aberrante, pregonando la reconciliación con el zarismo y en el campo favoreciendo a los kulaks o campesinos ricos que oprimían y explotaban a los campesinos medios y pobres. Lenin remató con su folleto ¿Quiénes son los «amigos del pueblo» y cómo luchan contra los socialdemócratas? (publicado en 1894) a esta vertiente populista abiertamente antimarxista y reaccionaria; en este folleto Lenin señaló certeramente, más de 20 años antes de la revolución bolchevique, el camino de lucha por el que había de marchar la clase obrera, definía su misión como fuerza revolucionaria avanzada de la sociedad, y puntualizaba asimismo la misión de los campesinos, como aliados de la clase obrera.
Ante la gran difusión que el marxismo iba adquiriendo en Rusia, algunos intelectuales burgueses comenzaron a vestirse también con este ropaje, publicaron sus artículos bajo la autorización zarista, y como todo marxismo aburguesado descartó de la doctrina de Marx los puntos fundamentales: la teoría de la revolución proletaria, la dictadura del proletariado y la vanguardia proletaria a través de un partido. Con estos «compañeros de viaje» del marxismo Lenin consideraba lícito establecer un acuerdo temporal para luchar contra los populistas. En el futuro esta vertiente burguesa se transformó en kadetes (nombre del partido más importante de la burguesía rusa) y, durante la guerra civil posterior al triunfo de 1917, en guardias blancos y rabiosos contrarrevolucionarios.
En 1898, algunas «Uniones de Lucha», entre ellas las de Petersburgo, Moscú, Kiev, Ekaterinoslav y el «Bund» (organización de los comunistas judíos), hicieron el primer intento de unificarse para formar un Partido; a pesar de ser un gran paso, adolecía de graves faltas en lo ideológico, político y organizativo, por ejemplo, el primer Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (P.O.S.D.R) no señalaba la misión de la conquista del Poder político por el proletariado, y rehuía el problema de los aliados de éste en su lucha contra el zarismo y la burguesía. Lenin no pudo asistir a este congreso por hallarse deportado en Siberia, pero comprendía que las organizaciones comunistas adolecían de fallas que desembocaban en falta de organización centralizada y de dispersión ideológica entre los distintos grupos. Para tal efecto era necesario años de ardua labor ideológica y organizativa a través de una prensa clandestina que uniera y educara a los distintos grupos marxistas. También desde allí iniciar la labor ideológica en contra del oportunismo economicista dentro del POSDR.
En 1899, un grupo de «economistas» (Prokopovich, Kuskova y otros, que más tarde se hicieron kadetes) lanzó un manifiesto. En él se declaraban en contra del marxismo revolucionario y exigían que el proletariado renunciase a crear un partido político independiente, que la clase obrera renunciase a sus reivindicaciones políticas propias. Sus ideas se correspondían a la par con los llamados «bernsteinianos», es decir, los partidarios del oportunista Bernstein en Alemania. Por eso, la lucha de Lenin contra los «economistas» era, al mismo tiempo, una lucha contra el oportunismo internacional. ¿Cómo los batió Lenin? con su formidable y universal obra ¿Qué hacer? (1902), presentó las propuestas concretas sobre la organización y la estrategia que debe seguir un partido revolucionario, las tareas propagandísticas y de agitación para educar a las masas trabajadoras, rechazando la teoría economista de supeditar la lucha política a la lucha económica, planteó el camino marxista de educar a los obreros en las luchas económicas e inmediatas para el verdadero y definitivo asalto en la revolución socialista.
En el otoño de 1900, Lenin salió al extranjero para entrevistarse con los camaradas del grupo Emancipación del Trabajo respecto a la publicación de un periódico político para toda Rusia. De allí nació Iskra –La Chispa– en homenaje al saludo que el poeta Pushkin –de la chispa brotará la llama– les había dirigido a los decembristas –revolucionarios de la nobleza que se sublevaron contra la autocracia y la servidumbre en diciembre de 1825– a su destierro siberiano. Y de hecho la Iskra iniciada por Lenin avivó las demás chispas que ardieron en las llamas de la revolución bolchevique de 1917 y en otras partes del mundo.