Con justa razón todo el personal de la salud levantó su voz contra el Decreto 538. Una orden emitida por el gobierno criminal que no hizo nada para prevenir la pandemia cuando podía y ahora recurre a las órdenes militares para obligar a los trabajadores de la salud a poner en riesgo su vida para resolver su negligencia y su preocupación exclusiva por salvar los negocios de los grandes capitalistas.
Es justa la indignación de los trabajadores de la salud ante el llamado del mencionado Decreto:“El acatamiento a este llamado será obligatorio”. Porque además de darles órdenes, como si estuviera tratando con los perros amaestrados que tiene en los cuarteles, es alevosa y criminal como han señalado las distintas organizaciones de estudiantes, profesores, profesionales y trabajadores de la salud en general.
Es alevosa y criminal porque el régimen pretende enviar a enfrentar la pandemia a los trabajadores de la salud sin ninguna garantía en materia laboral y sin ninguna protección real, pues gran parte de los recursos para atender la crisis sanitaria les fueron entregados, no a los centros hospitalarios para proteger la vida e integridad de los trabajadores de la salud y salvar la vida del pueblo, sino a los capitalistas usureros de los bancos y las EPS ladronas y traficantes de la muerte. Es tan criminal como mandar a la guerra y como carne de cañón a soldados sin fusiles.
El Decreto es alevoso y criminal, porque detrás del pretexto de reforzar y apoyar a los prestadores de servicios, en lugar de nacionalizar de una vez el servicio de la salud, el gobierno recurre al chantaje y busca doblegar la lucha de los trabajadores de la salud creando un ejército de esquiroles, contratados en peores condiciones y que también serán enviados a combatir la pandemia a pecho descubierto.
El Decreto es alevoso y criminal, como lo fue la Ley 100 del 93 que acabó con la red hospitalaria publica, la estabilidad y las conquistas sociales del personal de la salud, para entregarle la salud como negocio privado a los grandes monopolios… porque ahora también en lugar de resolver inmediatamente las justas peticiones de todos los trabajadores de la salud en cuanto a garantizar salarios, estabilidad, instrumentos para su protección y seguridad, el títere de la mafia y del paramilitarismo recurre a las costumbres gansteriles y sicariales de amenazar para hacer que se cumplan sus deseos.
El proletariado revolucionario respalda a los trabajadores de la salud y llama a todo el personal del sector a no prestarse para la trampa que les están tendiendo sus enemigos. Todos deben negarse a cumplir una ley alevosa y criminal, porque contra todo lo injusto y reaccionario, es justo Rebelarse!
Llama a los demás trabajadores y al pueblo en general a respaldar las exigencias de los trabajadores de la salud y todas las demás exigencias populares, porque lo que está en juego es la vida del pueblo, creador de la riqueza y quien sostiene la sociedad con su trabajo, y los gobernantes solo están interesados en defender los privilegios de la minoría de parásitos holgazanes que viven del sudor y el sufrimiento de la inmensa mayoría.
Llama al pueblo colombiano a prepararse para tomar la dirección de la sociedad ante la demostración de la incapacidad y negligencia del Estado y las clases dominantes para garantizar la vida del pueblo trabajador.