Más allá del instinto: La conciencia de la necesidad como umbral dialéctico entre el animal y el humano.

Más allá del instinto: La conciencia de la necesidad como umbral dialéctico entre el animal y el humano. 1

El compañero Iván nos envía la siguiente relexión con el fin de abrir la discución sobre este concepto.


El 29 de octubre de 2025, en el fragor de una charla sobre materialismo dialéctico dirigida a una juventud ávida de herramientas revolucionarias, surgió una de esas preguntas que, al reformularse, abre un abismo de profundidad filosófica. La cuestión, aparentemente sencilla, era «¿qué nos separa de los animales?». Mi propuesta inicial, afín a una lectura clásica de Hegel, Marx y Engels, fue el concepto de «conciencia de la necesidad» y el papel del trabajo. Sin embargo, una intervención sagaz de una asistente corrigió el enfoque con una precisión materialista inobjetable: no somos entes separados del reino animal, sino una parte específica del mismo. La pregunta, por tanto, debía ser «¿qué nos diferencia del resto de los animales?», admitiendo de entrada que la conciencia, en sus formas más elementales, no es un patrimonio exclusivamente humano. Esta rectificación no debilitó la tesis, sino que, al contrario, enriqueció el debate y nos obligó a afinar nuestra comprensión dialéctica de la singularidad humana.

En primer lugar y en términos simples, la conciencia de la necesidad es la comprensión profunda de las leyes objetivas e inevitables que rigen la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. Según esta idea, la verdadera libertad no consiste en hacer lo que uno quiera ignorando estas leyes, sino en reconocerlas y actuar de acuerdo con ellas para transformar la realidad de manera planificada y práctica.

Vamos a desglosar este concepto clave:

Las Bases Filosóficas

Esta idea se origina en la filosofía de Hegel, pero fue materialista y revolucionariamente transformada por Friedrich Engels.

  • Engels lo formuló así: «La libertad no reside en una independencia soñada con respecto a las leyes naturales, sino en el conocimiento de estas leyes y en la posibilidad que esto da de hacerlas actuar de acuerdo a un plan para fines determinados… La libertad es, por lo tanto, la conciencia de la necesidad».
  • En el Materialismo Dialéctico: A diferencia del idealismo, las «leyes necesarias» no son ideas divinas o espirituales, sino leyes materiales, objetivas y cognoscibles que existen independientemente de nuestra conciencia. Por ejemplo, la ley de la gravedad o las leyes del desarrollo social (como la lucha de clases o la ley de la unidad y lucha de contrarios).

¿Qué es la «Necesidad»?

La «necesidad» se refiere a lo objetivo e inevitable. Son las relaciones causales internas y las leyes que determinan el desarrollo de los fenómenos. En el contexto social que tanto interesa al marxismo, incluye:

  • Las leyes del desarrollo económico: Cómo un modo de producción (feudalismo, capitalismo) genera sus propias contradicciones internas que llevan a su transformación.
  • La lucha de clases: El motor de la historia, donde las clases sociales con intereses antagónicos entran en conflicto, un conflicto necesario dado la existencia objetiva de conceptos como el de propiedad privada.
  • Las condiciones materiales de vida: La base económica (fuerzas productivas y relaciones de producción) que condiciona, en última instancia, la superestructura (el Estado, el derecho, las ideas).

Ignorar estas necesidades (estas leyes) conduce al fracaso. No se puede construir el socialismo en un país feudal sin antes desarrollar las fuerzas productivas, ni se puede abolir el Estado de la noche a la mañana sin que existan las condiciones materiales para ello.

¿Qué es la «Conciencia» de esa Necesidad?

No se trata de una aceptación pasiva o fatalista («si es necesario, sucederá y no puedo hacer nada»). Al contrario, la «conciencia» es el elemento activo y transformador. Implica:

  • Conocimiento Científico: Estudiar y comprender a fondo las leyes objetivas de la sociedad y la naturaleza. El materialismo histórico se considera a sí mismo la «ciencia de la historia», más precisamente “La ciencia de la revolución proletaria mundial” que revela las leyes del estatus actual del sistema y el devenir.
  • Reconocimiento de la Situación de Clase: Que la clase obrera (el proletariado) tome conciencia de su papel histórico. Pasar de ser una «clase en sí» (que existe objetivamente) a una «clase para sí» (que es consciente de su misión histórica: abolir el capitalismo y construir una sociedad sin clases).
  • Guía para la Acción: Esta conciencia no es solo teórica. Se convierte en la base para la acción política revolucionaria. Una vez que se conocen las leyes del desarrollo social, el partido revolucionario (la vanguardia consciente) puede organizar la lucha para acelerar y dirigir el proceso histórico hacia el socialismo.

La Dialéctica: De la Necesidad a la Libertad

Aquí está el núcleo del concepto. La fórmula «Libertad = Conciencia de la Necesidad» significa:

  1. Sin Conciencia, hay Determinismo Ciego, azar o aleatoriedad absoluta: Si ignoramos las leyes, somos como hojas en el viento, esclavos de fuerzas sociales que no entendemos y, por lo tanto, no podemos controlar. Nuestras acciones son reactivas y, a menudo, contraproducentes.
  2. Con Conciencia, hay Libertad Transformadora: Al comprender la necesidad, dejamos de ser objetos pasivos de la historia y nos convertimos en sujetos activos. La libertad se ejerce al utilizar ese conocimiento para actuar de manera planificada y lograr los objetivos deseados (la revolución, la construcción del socialismo).

Ejemplo práctico:

  • Necesidad: El capitalismo, por sus leyes internas, genera crisis económicas periódicas, explotación y alienación. Es «necesario» que esto provoque una resistencia creciente de la clase obrera.
  • Conciencia: Un grupo de trabajadores estudia el marxismo y comprende por qué suceden estas crisis y cuál es su papel histórico. Se organizan en un partido político.
  • Libertad: Utilizan esa conciencia para guiar su lucha. En lugar de protestas espontáneas y aisladas, planean huelgas estratégicas, educan a otros trabajadores y trabajan para tomar el poder mediante la violencia revolucionaria, transformando así la «necesidad» capitalista en la «libertad» socialista.

Ahora bien, no es que los animales no tengan conciencia alguna o no respondan a necesidades. La diferencia radica en el tipo de conciencia y la relación con la necesidad.

Vamos a desglosarlo usando el marco del materialismo dialéctico:

1. La Conciencia Animal: Inmersa en la Necesidad Inmediata

Los animales actúan por necesidad biológica directa (hambre, sed, reproducción, instinto de supervivencia). Su relación con el mundo es esencialmente:

  • Inmediata: Reaccionan a estímulos presentes.
  • Instintiva: Siguen patrones de comportamiento genético.
  • Adaptativa: Se adaptan al medio para sobrevivir, pero no lo transforman de forma fundamental y planificada.
  • Sin Conciencia de la Ley: Un animal puede «saber» que el fuego quema (por experiencia), pero no comprende las leyes físicas que están detrás de la combustión.

Engels, en «El Papel del Trabajo en la Transformación del Mono en Hombre», da la clave: lo que nos separa es el trabajo, entendido no como esfuerzo, sino como la actividad productiva consciente y planificada.

2. El Salto Cualitativo: La Conciencia Humana como Producto del Trabajo Social

El ser humano, a través del trabajo, comienza a relacionarse con la necesidad de una forma radicalmente nueva:

  • El Trabajo Crea una «Necesidad Mediatizada»: Un animal come lo que encuentra. Un humano planea: siembra, cosecha, cocina. Comprende las necesidades del ciclo de las plantas (la «necesidad» de la naturaleza) y actúa en consecuencia para satisfacer su propia necesidad. Ahí nace el germen de la «conciencia de la necesidad».
  • De la Adaptación a la Transformación: El animal se adapta al medio. La humanidad transforma el medio activamente para adaptarlo a sus necesidades. Para transformarlo con éxito, debe comprender sus leyes internas (la necesidad). Construir una presa exige entender las leyes de la hidráulica y la gravedad.
  • Del Instinto a la Planificación Consciente: Un castor construye un dique por instinto. Un ingeniero humano lo diseña tras estudiar las leyes de la física, calcular materiales y prever consecuencias. Este es el acto puro de la «conciencia de la necesidad» aplicada.

3. La Dimensión Social e Histórica: La Verdadera Separación

Aquí es donde el materialismo histórico profundiza la separación:

  • Conciencia de la Necesidad Social: Los animales no tienen historia. Los humanos sí, porque nuestras formas de organizarnos para satisfacer las necesidades (las relaciones de producción) cambian. La «conciencia de la necesidad» no es solo entender las leyes de la naturaleza, sino también las leyes del desarrollo social.
    • Un animal no cuestiona su «lugar en la manada». Es un hecho dado.
    • Un ser humano, al tomar «conciencia de la necesidad» de las leyes históricas (por ejemplo, la lucha de clases), puede entender por qué su sociedad es como es y, lo más importante, cómo puede ser transformada. Esto no ha sido descubierto en otros conjuntos del reino animal
  • El Proyecto Colectivo y la Libertad: La conciencia humana, al comprender las necesidades sociales, permite proyectar un futuro deseado y luchar colectivamente por él (el comunismo, por ejemplo). La libertad, como «conciencia de la necesidad», se convierte en la capacidad de la sociedad para dirigir conscientemente su propio desarrollo, dejando atrás la «prehistoria» donde las fuerzas sociales nos controlaban como si fueran fuerzas naturales ciegas (como una inundación o una plaga).

Conclusión: Una Separación Dialéctica

Desde el materialismo dialéctico, sí, la conciencia de la necesidad nos separa del reino animal, pero no como un don divino, sino como el resultado de un largo proceso histórico-material: el desarrollo del trabajo, el lenguaje y la organización social.

  • El animal vive en el «reino de la necesidad» de forma inmediata y adaptativa.
  • La humanidad, a través de la «conciencia de la necesidad», tiene la capacidad potencial de salir de separarse de este reino y entrar en el «reino de la libertad», donde las propias leyes de la naturaleza y la sociedad son comprendidas y utilizadas para el propósito humano en distintos grados de libertad y planificación.

Por: Iván

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