¡VIVAN LOS JÓVENES REBELDES!

¡VIVAN LOS JÓVENES REBELDES! 1«Que vivan los estudiantes jardín de nuestra alegría, son aves que no se asustan de animal ni policía…» Persisten en su lucha pese a la represión agudizada con el gobierno Duque, pese a la arremetida de los medios de comunicación que los señala de vándalos, pese a las posiciones burguesas que intentan convencerlos de haber perdido el tiempo y que nada han conseguido con su lucha, posición que los medios anuncian con altavoces, pero que los jóvenes desmienten en las calles haciéndose sentir; sin importar la lluvia, el sol, el cansancio de largas caminatas, ellos, los jóvenes de Colombia, siguen irradiando ánimo de lucha a toda la sociedad.

«Me gustan los estudiantes que rugen como los vientos, cuando les meten al oído sotanas y regimientos» y es que ni siquiera las pretensiones de apagar el paro han surtido el efecto inmediato que buscaban los jefes de las centrales y politiqueros, pues estos jóvenes no han comido cuento, no han querido abrir la puerta a supuestos salvadores, no han cesado en su lucha así la dirigencia de las centrales mande para un lado a los trabajadores, mientras los estudiantes van para el otro. Al contrario, la juventud rebelde ha dado ejemplo de constancia, beligerancia, aguante y tenacidad para mantener vivo su paro y no solo eso, en general los jóvenes del país, estudiantes o no, han empezado a actuar políticamente lo cual se evidencia en su participación en eventos de las masas, en conmemoraciones obreras, en la movilización callejera y popular.

«Me gustan los estudiantes porque levantan el pecho, cuando les dicen harina sabiéndose que es afrecho»; sin tragar entero, sin dejarse convencer por migajas, investigando y haciendo ver al gobierno que ¡plata sí hay! Y que acabar con la educación pública es lo que realmente quieren los poderosos no solo porque nada les importa la educación del pueblo, sino porque esto hace parte de las medidas de la OCDE para sobrellevar la actual crisis capitalista. No los convence el discurso austero de un puñado de parásitos que a través de sus representantes en el Estado pretenden convencerlos de un sacrificio que nos cuesta a todos y favorece a pocos.

«Me gustan los estudiantes porque son la levadura, del pan que saldrá del horno con toda su sabrosura» y es que su lucha ha puesto hablar a toda la sociedad, ha sido ejemplo para otros jóvenes hijos del pueblo, que muy seguramente han tenido el sueño de estudiar y no han podido acceder a ello; han ganado la simpatía del movimiento de masas, que desde sus bases encuentra justa la lucha por la educación y la consiga de «pública la recibimos, pública la entregamos». Los jóvenes hoy han saltado con toda su energía al escenario de la lucha de clases y es deber del elemento consciente unir la rebeldía y ánimo de estos muchachos a la rebeldía, lucha y ánimo de los obreros y campesinos, no solo para que el movimiento crezca y se haga más poderoso, sino para que destaque una dirección que represente sinceramente los intereses del pueblo trabajador y no lo desvíe hacia las próximas elecciones o hacia la desmoralización al no obtener victorias inmediatas.

«Me gustan los estudiantes que marchan sobre las ruinas, con las banderas en alto va toda la estudiantina» ya lo han hecho estos valientes en los últimos meses, ahora es labor de nosotros, de los obreros conscientes, de los campesinos, del movimiento de masas en general hacer que sean las banderas de todo el pueblo trabajador las que se levanten, para como uno solo luchar por las exigencias inmediatas que mejoren ¡ya! Las condiciones de vida de los desposeídos, pero también para generalizar la forma de lucha que conlleve al triunfo y conquista de dichas exigencias.

«Me gustan los estudiantes que con muy clara elocuencia, a la bolsa negra sacra le bajó las indulgencias» y sí, nos gusta la lucha estudiantil, la rebeldía juvenil, la participación de las nuevas generaciones en la lucha de clases, la energía que nos estremece y nos llama a las calles; nos gusta porque demuestra que la situación está cambiando y que cada vez son más los que se enfrentan al sistema y su Estado; nos gusta, porque esta energía robustece las batallas del pueblo y acerca a los jóvenes a la política, al movimiento y definitivamente a la lucha por una sociedad diferente; esta es una condición magnífica para quiénes pretendemos construir el Partido Proletario en Colombia.

¡Bienvenidos los jóvenes obreros, los jóvenes estudiantes, los jóvenes campesinos, los jóvenes recicladores, los jóvenes indígenas, los jóvenes profesores, es hora de que cambiemos el mundo!

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