Seguimos recordando este mes a nuestro querido camarada Jaime, hace ya un año que no nos acompaña, pero como ya lo hemos dicho y seguiremos afirmando: su ejemplo y su legado nos impulsa para continuar con su gran tarea de la construcción del Partido hacia la Revolución Proletaria.
Hoy publicamos algunos de los mensajes que, tras su partida, varios camaradas escribieron para rescatar su memoria y reafirmar su compromiso de seguir el camino trazado por él, nuestra roca más fuerte. Los queremos compartir con nuestros lectores, esperando que puedan ver en esas palabras, lo que significa para los Unionistas este gran hombre y cuanto cariño le tendremos por siempre.
Estos mensajes fueron leídos en un discreto, pero muy significativo evento realizado a inicios de agosto de 2023, una última reunión a la que nos convocó Jaime Rangel; para rescatar todo su trabajo, para recordar su trayectoria, para contarnos historias de su vida, para encontrarnos todos en las experiencias que cada uno de los camaradas, amigos y familia tuvo con él. Y así como se dijo allí varias veces, recordamos al verdadero comunista, al hombre imprescindible que junto a un puñado de obreros emprendió la labor que hoy nos tiene en este puesto de combate.
Camarada Jaime Rangel, tenga la seguridad que yo llevaré la bandera por la construcción del Partido de la clase obrera, que usted llevó con altura por más de 5 décadas. Me comprometo a seguir su ejemplo de firmeza en la línea, la rigurosidad científica, la persistencia y a luchar por igualar su admirable disciplina de partido que lo distinguió en su vida militante.
Camarada maestro, fui atenta a sus enseñanzas, a sus análisis, aprendí el método que usted y los camaradas Aureliano y José Núñez nos enseñaron, de ser críticos, a pensar con cabeza propia, a no seguir ciegamente ningún pensamiento. Pero no por ello de no reconocerlo a usted como nuestro jefe. Yo sé que usted no estaba de acuerdo con exaltarlo, por eso de combatir la perniciosa idea de idolatrar individuos que se enquistó en el Movimiento Comunista Internacional. ¡Pero todo en su justo lugar camarada! Siempre lo reconocí como nuestro jefe político, por tanto su pérdida se hace más difícil.
Ser camarada tiene para mí un peso enorme, me han dolido la muerte de otros que hemos perdido y con seguridad me dolerán otros, pero perder al fundador, maestro y guía por estos 25 años de mi vida militante duele demasiado.
¿Camarada, qué hacer con quienes hoy se cuestionan su tiempo aquí? Solo sé que yo no renunciaré a la causa por la que usted ingresó hace ya muchos años, la misma por la que ingresé hace unos pocos menos que los suyos. Se que debo esforzarme más, se que es muy difícil ocupar su puesto, pero contribuiré desde mi puesto de combate para hacer que este pequeño destacamento, al que algunos han querido enterrar, cumpla su misión de reconstruir el partido de la clase obrera.
¡Camarada Jaime Rangel siempre estará vivo en mi mente y en mi accionar, se lo aseguro!
Ceci
Un combativo y fraternal saludo.
Me pidieron que escribiera unas palabras en conmemoración al compañero Jaime Rangel quien su corazón dejo de latir y tristemente partió de este mundo material.
Conocí a Jaime de toda mi vida, mi papá compañero de trabajo y un muy querido amigo de él, se conocían desde casi más de la mitad de sus vidas, yo diría que era como su mano izquierda jajaja como muchos de los compañeros que hacen parte de este trabajo y que han tenido sus hijos a lo largo del tiempo; es bien sabido que la mayoría cargaban y cargan con nosotros a todas las actividades, a los mítines a las reuniones a las marchas, y así fue por mucho tiempo que acompañe a mi padre a su trabajo lugar que compartía con Rangel.
De lo que recuerdo y puedo apreciar del compañero fue su sencillez, hombre de corazón noble, convencido de lo que hacía fue constante y disciplinado hasta sus últimos días.
De lo que recuerdo de niña fue su calidez, la verdad no recuerdo ni un solo regaño o algún reclamo que me hiciera, todo lo contrario a veces alcahueteaba alguna que otra cosa, como hacer desorden teniendo en cuenta que el compañero era una persona tan pulcra y organizada.
Podría seguir hablando de lo mucho que apreciaba a Jaime como si fuera su nieta y de la importancia de su trabajo político pero quería hablar de todos los compañeros, los que como a Jaime conozco de siempre; quiero decirles lo importantes que son para mí, como han hecho parte de mi pensar y mi actuar, la forma en que han marcado a este ser humano, que pudo entender lo preciada que es la vida y que no es una opción vivir siempre en la miseria.
Los admiro por la constancia de llevar esta vida, de lucha, de poder sobrepasar las caídas, las dudas y a veces la desesperanza; los respeto por haber elegido una vida que implica muchos riesgos que atenta contra ustedes y los que los rodean y los quiero con cada entraña de mi cuerpo, por haber elegido una labor tan desprendida de los intereses ególatras e individuales, que sabiendo que muchos de los que hoy luchan no podrán ver esa transformación por la que dieron sus existencias, sin ningún sentimiento de egoísmo, siempre viendo el bien común y pensando por el futuro del mundo.
Ese corazón noble que es parte de cada camarada los hace seres valiosos preciados y muy importantes para mí, es muy doloroso pensar el día en que alguno más falte, hoy perdimos a Jaime pero como él y muchos más en la historia seguiremos en la lucha hasta el último aliento, porque ellos depositaron toda su confianza en nosotros y sería impensable no resignificar a todas la vidas que se perdieron por esta causa por esta lucha.
Lucy
Camaradas y amigos de la Unión, reciban un rojo saludo.
Hoy que se rinde un homenaje a la vida y a obra del Camarada Jaime Rangel, sabiendo que no nos alcanzaran las páginas, y que ni siquiera nos alcanzará este glorioso mes de agosto, envío estas cortas y sinceras palabras en condición de simpatizante y amigo de la Unión, que en los últimos 12 años se ha formado políticamente con la prensa obrera revolucionaria Gloria eterna a usted camarada, a quien sin conocerle le admiré, sin haberle visto nunca le reconocí como jefe político, sin haber estrechado su mano sentí su fraternidad, a quien sin nunca haber oído la voz, reconocí su acertada orientación
Hoy que ya no estás presente en tu puesto de combate, quiero decir: iojalá!
Ojalá muchos como usted camarada, con la entereza para ofrendar toda la vida a la causa de la clase obrera
Ojalá muchos Jaime R. con el valor de entregar su vida a la construcción de nuestro Partido Comunista Revolucionario
Ojalá muchos Jaime R. con la capacidad política de orientar a este destacamento de vanguardia
jojalá! Ojalá muchos nos decidamos a dar seguir tu ejemplo, de dar el paso militante y ocupar el puesto de combate que hoy nos dejas.
El mejor homenaje será continúan tu gran obra
JoseM
Camaradas, el Compañero Jaime Rangel en sus condolencias. Fue el camarada muy organizado como instructor en las escuelas claro. En su Dialéctica sabía explicar las tareas a los Círculos de estudio. Para mí personalmente me di cuenta un camarada bastante estudioso a diferencia de mi posición. Como trabajador de la construcción y albañilería en las obras negras de edificios aprendí algo del Camarada Jaime Rangel también quiero ser igual. Bien revolucionario a pesar de los problemas de trabajo esclavizante. Lamento la ausencia de un gran camarada, gran pérdida para el Movimiento Obrero. Con eso me dispensan compañeros si escribo mal o tengo errores. Poco estudio solo primaria estudie. Gracias, viva la lucha comunista internacionalista y revolucionaria.
Gus
Enorme gratitud le tengo, querido mayor
Qué sería de nosotros, los que sentimos el mundo tan nuestro que luchamos por hacerlo cada vez más justo y digno para quienes levantan el sol cada día con el sonido de sus pasos hacia la fábrica.
Qué seria nosotros, sin hombres como usted que nos han levantado la mirada del suelo y nos han enseñado el porvenir que nos espera en el horizonte.
Profunda gratitud le tengo, querido mayor, fue su vida un ejemplo de viva conciencia proletaria, su entrega y paciencia; el cariño que tuvo para con todos nosotros y la forma en infalible pluma que blandió para nosotros, sus hijos de clase.
Sin su infinita labor no seriamos más que simples “esclavos satisfechos”, como usted lo dijo. Gracias camarada, por hacer parte del pequeño grupo de mujeres y hombres que nos liberó de las oscuras tinieblas. Hace parte usted de ese puñado de seres que llevan en sus labios el anhelo de los oprimidos.
Dijo el dramaturgo alemán:
Es hermoso tomar la palabra en la lucha de clases.
Bertolt Brecht
Llamar a las masas bien alto a la lucha
para que aplasten a los opresores
y liberen a los oprimidos.
Y es difícil y útil el trabajo diario, imperceptible,
el tenaz y secreto tejer la red del Partido ante el cañón de los patrones:
hablar, pero esconder al orador. Vencer, pero esconder al vencedor.
Morir, pero esconder la muerte.
¿Quién no haría mucho por la fama, pero quién lo hará por el silencio?
Pues la fama pregunta en vano por los que realizaron la hazaña.
¡Aparezcan por un momento, desconocidos de rostros cubiertos, y reciban nuestra gratitud!
Reciba mi gratitud, nuestra gratitud, porque ha hecho de nosotros, las semillas de un nuevo mundo, porqué del amor que profesó a la clase obrera regó el árbol que hoy germina entre nosotros.
Su entrega fue admirable, su abrazo y compañía un honor invaluable. Su vida nos ha demostrado que “en la acción, la intrepidez / Forja el hombre su grandeza”, como señaló el gran Marx.
Me duele profundamente su partida, me quiebra la voz de trueno que nos pide para seguir señalando el camino que nos señaló. Pero estas lagrimas que brotan de nosotros son sal para la tierra, que riegan ese árbol que nos deja.
Si pudiéramos estar todos juntos, los “desconocidos de rostros cubiertos” Verías con orgullo que la labor se ha hecho, que hemos crecido y es gracias a usted. Permítanos ahora quitarle la responsabilidad de seguir ocupando un puesto de combate, sepa que lo queremos y está entre nosotros para que nos vea, a todos los que seguimos este camino, a todos los que educó con su sabiduría proletaria cumpliendo su propósito, siguiendo su legado.
Hoy tomamos la bandera de entre sus manos, para llevarla muy alto. Tenga la certeza de que no volverá a tocar el suelo como usted se lo propuso.
Hasta siempre Camarada
Dam
Desde la distancia, con el alma rota, les envío un abrazo fuerte y solidario. No puedo cerrar los ojos sin ver a Jaime Rangel sonreír. No sé exactamente cuántos años pasaron desde la última vez que escuché su voz, pero les aseguro que lo que aprendí de él lo llevaré siempre. Hoy, casualmente la Luna, desde mi ventana, mientras voy camino a casa después de 8 horas de trabajo, está inmensa y roja… Quiero creer que es un último adiós a Jaime, quiero creer que es también un recordatorio de que no hay que ceder, que hay que luchar, hasta contra nuestra propia quietud, cotidianidad y conformismo. Él es y será, como todos Uds, una parte vital de mí vida, de mi forma de ver la realidad, de esa necesidad de transformarla. Hasta siempre.
Marian
Las palabras no son suficientes para describir a Jaime Rangel, para describir sus enseñanzas, su templanza, su convicción y amor por la causa, su rigurosidad y disciplina. Hoy el camarada JR no está entre nosotros, pero cada uno de nosotros tiene en su ser sus enseñanzas y su ejemplo. Él se fue, pero quedamos nosotros, no para reemplazarlo porque es un hombre irreemplazable, no para contemplar el dolor, humillación y opresión que sufre nuestra clase, no para cubrirle la espalda. ¡No! Quedamos nosotros para continuar su causa, nuestra causa, para empuñar con fuerza la bandera que él sostuvo con firmeza, para poner en práctica sus enseñanzas, vamos a acometer con las tareas que él nos ayudó a orientar, fuerza camaradas, una fuerza tan inmensa como el dolor que hoy sentimos, vamos a honrar al camarada JR concretando la causa de la clase obrera, porque el camarada JR es de los hombres que nunca muere, de los que entregaron su vida entera a un propósito y ahora quedamos los suyos para hacer lo propio. Honor y gloria al camarada JR. Camarada JR presente, presente, presente. Hasta cuando, hasta siempre.
Eliza
Es inevitable cerrar mis ojos y no ver a Jaime. Con una sonrisa en su rostro, tal vez sentado explicando un tema importante o defendiendo con energía una idea mientras mueve sus manos con firmeza. Lo veo en una silla, quieto, en silencio, escuchando, con su gorro de lana y una ruana protegiéndose del frío en un pequeño salón. Lo veo cargando una pancarta, cualquier pancarta, haciendo el trabajo más simple y rutinario de todos, sabiendo dentro de mí, que ese hombre que está allí parado, es un águila que vuela alto, una lumbrera del proletariado que hoy se ha apagado. Lo veo frunciendo el entrecejo, tomándose un agua, lo veo jugando con mi hija cuando era una bebé, lo veo de la mano con su compañera caminando juntos, hombro a hombro. Lo veo, lo veo y lo veo…lo siento, lo oigo. Y quisiera que estuviera materialmente conmigo, entre nosotros, entre su pueblo, entre su clase. Y ahora que lo pienso, el camarada sigue acá, entre nosotros, en esa lucha obrera, en esa marcha, en ese mitin, en esa reunión o curso. Porque sólo deja de existir lo que dejamos de nombrar, lo que olvidamos y él es de esos hombres que nunca mueren, sus ideas vivirán por siempre en nuestras mentes y estoy seguro en nuestra práctica y vida militante. Venceremos.
Fede
Para nuestro viejo que se fue, para nuestros viejos que aún nos acompañan, alientan y son ejemplo de lucha: GRACIAS.
Gracias por su ardua e inagotable labor. Gracias por legarnos una mirada diferente y apretada. Gracias por compartirnos un fuego inextinguible. Gracias por hacer de nosotros esclavos insatisfechos, lo que ya es un paso para dejar de ser esclavos.
Para quienes levantaron los puños y las banderas en los tiempos más oscuros; para quienes nos llamaron a transformar y con ello nos transformaron; para quienes hicieron de nosotros obreros, intelectuales y artistas diferentes, vayan toda nuestra gratitud y, desde las palabras del arte al que nos convocaron y que puede mejor expresar nuestro sentir:
«¡Hay cosas que jamás la seguirán! Porque, por más muerte que usted sea, Pacamambo nunca morirá… De nada sirve que se lo haya llevado ¡porque no se lo llevó totalmente! ¡Ya que hoy yo le estoy hablando de él! ¡Ya que hoy decido que yo soy él; que soy su cuerpo y su COLOR!
Y qué es Pacamambo, el país donde uno se convierte en el cuerpo de los que ama.
Entonces no hay olvido.
Entonces no hay muerte.
Soy yo quien decide.
Y sé que Pacamambo no es más que una historia que (…) me contaba a la hora de dormir; pero es bella y es grandiosa y contra eso no puedes hacer nada porque está en mi cabeza, en mi corazón, en mis SUEÑOS.
Sand
Creo que conocí al camarada Rangel en la asamblea de fundación de la UOC, era bastante serio y por lo tanto me daba dificultad relacionarme con él, sin embargo lo escuché hablar en un momento sobre la situación política del mundo, hizo referencia al desarrollo de la lucha de clases y varios temas más, me pareció un gran intelectual, dominaba plenamente el marxismo y tenía gran conocimiento del mundo a nivel político, igualmente, recuerdo que habló sobre la situación económica de las masas en todo el mundo y particularmente en Colombia. Que lujo haberlo visto y escuchado en esa asamblea. Luego, en Bogotá pude hablarle y fue muy agradable, me di cuenta de su sencillez, hablaba muy bien de historia, era un hombre bastante calmado y pausado para hablar, pero muy seguro y claro. Me siento orgulloso de haberlo conocido pues aprendí bastante del camarada, sus diferentes escritos son profundos conocimientos de puro marxismo. El libro ‘El mlm ciencia de la revolución proletaria’ me aclaro muchos diferentes temas y lo he utilizado para explicar algunos temas más en diferentes momentos. En la universidad le regalé el libro a varias personas con mucho gusto y gran orgullo.
¡Honor y gloria eterna al gran camarada Jaime Rangel!
Amigo de la UOC-mlm
