Camaradas de Revolución Obrera, el editorial del 20 de febrero, El “Pacto Histórico” es solo un acuerdo politiquero, levantó ampolla entre las huestes del oportunismo y la falsa izquierda.
Por ese motivo me vi enfrascado en una polémica con un viejo compañero revolucionario, militante del falso partido comunista y quisiera que se publicaran algunos apartes, pues considero sirve de ilustración para los revolucionarios engañados que piensan sinceramente estar contribuyendo al avance de la revolución con semejante engendro.
Justo hoy, a los pocos días de que la “izquierda” celebrara el llamado “pacto histórico”, ha salido del acuerdo el politiquero Armando Benedetti, a los hijueputazos contra su compañero Gustavo Bolívar, algo que indica lo “histórico” del mismo.
Agradezco de antemano su atención.
Su camarada,
José Núñez
Compañero Santiago, nuevamente, como frente a los acuerdos de paz en el 2016, nos encontramos en dos lados opuestos. Ya los hechos se habrán encargado de dar su veredicto sobre quien tenía la razón: ¡la paz de los ricos, es guerra contra el pueblo! o ¿no?
Ahora, se molestó Usted nuevamente por el editorial de RO sobre el llamado pacto histórico y me dice refutándolo que, “oponerse al pacto histórico es no tener un análisis correcto de la realidad y olvidarse de que para triunfar sobre la reacción se necesita la unidad del pueblo, como enseñaba Lenin”.
En cuanto al análisis correcto de la realidad que debe determinar la actuación de los revolucionarios y comunistas, es su partido el que está profundamente equivocado, como lo ha estado durante casi toda su existencia.
¿Cuál debe ser la táctica de los comunistas en momentos de una crisis económica, social, política, ambiental tan profunda como la actual?, ¿Existe otra realidad acaso?
¿Cuál debe ser la actitud de un Partido Comunista frente a una situación de avance de la fuerza revolucionaria de las masas en todo el mundo, como el que se ha visto en los poderosos levantamientos de los últimos años, incluido Colombia con el histórico 21N?, ¿Qué indican estos hechos también reales?
Pues bien, su partido nuevamente le da la espalda a esa realidad y ha decidido marchar a la cola de la burguesía y de la pequeña burguesía para ponerle remiendos al sistema desde arriba, mientras los comunistas maoístas estamos bregando a organizar las fuerzas del pueblo para aprovechar las condiciones que brinda la debilidad del régimen y todas las contradicciones del sistema, no solo para derrotar al régimen mafioso mediante la lucha revolucionaria de las masas en las calles y con el Paro General Indefinido, sino para avanzar en los preparativos que conduzcan al derrocamiento violento de las clases dominantes, socias y lacayas del imperialismo.
Esa es la verdad compañero y Usted está en la obligación de resolver si sigue acolitando la vieja idea revisionista de la conciliación de clases o adopta el punto de vista del marxismo de desarrollar la lucha de clases; o sigue manteniéndose en el punto de vista del pequeño burgués reformista o acoge el punto de vista del proletario revolucionario.
Sin duda, tiene razón en que para triunfar sobre la reacción se requiere de la unidad del pueblo, es decir, entiendo que desde el punto de vista de clase se trata de la Alianza de los obreros y campesinos como decimos los marxistas; esa es una aspiración y objetivo justo. En eso estamos completamente de acuerdo.
Sin embargo, el llamado pacto histórico no representa esa alianza de las clases fundamentales de la sociedad colombiana; no es la expresión de la unidad del pueblo, sino de un acuerdo para la próxima farsa electoral. Por consiguiente esa tal unidad es solo temporal y allí no están representados los obreros ni los campesinos, y no porque no haya en ese acuerdo, partidos que se dicen obreros y comunistas como el suyo, sino porque los intereses inmediatos y futuros de los trabajadores están ausentes en tal pacto. Vuelva a examinar juiciosamente lo que se propone y me dará la razón.
Me contradice diciendo que mi posición es “izquierdista” porque no entiendo que “el pacto es una alianza que sirve para acumular fuerzas en la perspectiva de los cambios profundos, pero depende de la unidad de los revolucionarios para encausarla correctamente”.
Quisiera estar equivocado pero nuevamente Usted esquiva el análisis de clase y evade varios hechos que le impiden encontrar la verdad:
En primer lugar, evade mis argumentos frente a la situación actual porque solo está mirando cómo “vencer al uribismo en las elecciones” y no pensando en el avance de la revolución proletaria; además, también le escurre el bulto al análisis de clase del llamado pacto para esconder, y discúlpeme la expresión hiriente pero no encuentro otra forma de hacerle poner los pies sobre la tierra, el carácter puramente politiquero del mismo como se afirma correctamente en RO.
Se escuda en que existe una “Multilateral de fuerzas revolucionarias y de la verdadera izquierda, precisamente para enrumbar correctamente el pacto”, y me endilga que los únicos que no estamos allí y por sectarismo, somos los de Revolución Obrera.
Ese es un disparate compañero, por cuanto no existe sectarismo cuando se defiende la verdad y se le busca en los hechos y no en los deseos. Solo para que caiga en cuenta de quién está piloteando realmente el pacto lo invito a que me diga si no fue el burgués reaccionario Roy Barreras quien puso a toda esa izquierda de la llamada Multilateral a trabajar en su propuesta “Chao Duque”. Es decir, se repite la historia de que es la burguesía y sus politiqueros quienes le trazan la línea política a los llamados revolucionarios y comunistas de esa izquierda legal y politiquera.
Y para colmo de males, esa línea que les trazó Roy Barreras, tiene la desgracia de que no sirve absolutamente para nada, pues cuando se vaya a resolver si hay o no referendo ya no le quedarán a Duque sino uno meses como presidente lo cual hace que sea improcedente desde el punto de vista puramente legal. Es decir, están ustedes trabajando para un burgués con una tarea inútil para enfrentar el régimen uribista.
Pero la peor desgracia compañero, es que esa tarea es un distractor de los revolucionarios y se convierte en una oposición abierta a la preparación del Paro, ese sí capaz de hacer retroceder y derrotar al régimen, conquistar las reivindicaciones inmediatas del pueblo y camino que contribuye en efecto y de hecho a la acumulación de fuerzas “en la perspectiva de los cambios profundos”.