
En Colombia vivían 52 314 000 personas en el año 2023, existían 18 009 000 hogares y la mayoría de las familias eran biparentales conformadas por el padre, la madre e hijo; en promedio, la familia está conformada por 2,9 miembros; luego, le siguen las familias de parejas sin hijos y finalmente, sigue la familia monoparental de un padre y un hijo. (Datos de la Encuesta nacional de calidad de vida 2023, DANE)
Por ejemplo: Carlos es un obrero del sector de metalmecánica ya pensionado, Claudia es su esposa y ahora viven solos porque el hijo se independizó.
En el caso de que los dos padres trabajaran por el salario mínimo actual cubrirían el precio de la canasta familiar de la fuerza de trabajo del país y si tienen casa propia, su condición sería más llevadera. Sin embargo, en Colombia existen muchas familias en las cuales las mujeres son amas de casa y por tanto desempleadas ocultas que son omitidas de la estadística oficial porque según el método, tergiversado de medir el desempleo por parte de las entidades del Estado como el DANE, como no han buscado empleo en la última semana, «es porque no quieren trabajar».
Por lo tanto, hay una gran cantidad de familias que tienen un solo trabajador activo, y tienen que vivir con el salario mínimo actual que es la mitad del precio de la canasta familiar; a esto se suma que la mayoría de las familias (40,3 %) viven en arriendo y el 4,1 % está pagando su vivienda propia, lo que hace más difícil la situación.
En Colombia, los datos del DANE para octubre de 2024 indican una fuerza de trabajo (ocupados) cercana a los 23-24 millones, y un 51 % son trabajadores informales o por cuenta propia. Además, más de la mitad de los trabajadores asalariados contratados por empresa son temporales, por empresas intermediarias, por empresas tercerizadoras y tienen contratos por prestación de servicios; lo anterior lleva a que siendo la lucha por el aumento de salarios un asunto necesario para la subsistencia de los trabajadores en Colombia, exista un ambiente de mucha desventaja para adquirir el pan de cada día y por ello algunos trabajadores priorizan la lucha por la estabilidad laboral por encima de la lucha por el alza de salarios. Solo un 20 % de la población activa cuenta con esta conquista del contrato indefinido.
Por eso la lucha por la estabilidad laboral debe articularse con la lucha por conquistar el alza general de salarios, pues si Carlos mejora su salario como sucede con el actual aumento del 23.7 %, pero el contrato se acaba a los 3 o 6 meses no tiene como brindar seguridad económica a su familia. Según el método dialéctico es clave llegar al porcentaje de la clase obrera con estabilidad, ganar a los trabajadores temporales y jalar a los informales para conquistar un alza general de salarios y revertir la sobreexplotación que padecen los proletarios en el país.
Es necesario construir el lazo que una a los trabajadores vinculados con los temporales, por obra labor, los trabajadores tercerizados y de prestación de servicio mediante la propaganda, organización y movilización por la estabilidad laboral, incluso involucrando a los llamados informales —que son ejército industrial de reserva o desempleados— para conquistar un alza general de salarios por encima del costo de la canasta familiar. Los datos exactos de trabajadores temporales son difíciles de medir porque las empresas y el Estado utilizan las distintas formas de contratación para encubrir la situación social de sobreexplotación que vive la clase obrera.
Por ejemplo, se sabe que en Colombia hay cerca de dos millones de trabajadores estatales bajo la figura de los contratos de prestación de servicios, lo cual es una muestra de la hipocresía de la burguesía, pues el Estado burgués que dice defender a los trabajadores es el mayor sobreexplotador del país y en el sector salud ha promovido la figura de los contratos sindicales como una nefasta forma de intermediación laboral; de ahí que en Colombia es clave el papel de los sindicatos revolucionarios; sin embargo, debido al bajo nivel de afiliación sindical del país, hay que construir otras formas organizativas de los trabajadores para agruparlos. Incluso de forma clandestina para dirigir su lucha por una mejora económica vinculada con una lucha de clase política e ideológica contra el capitalismo.
En la historia reciente de Colombia algunos de los trabajadores que han hecho huelgas por alza de salarios son los obreros tercerizados corteros de caña, los tercerizados del sector petrolero liderados por la USO y los trabajadores estatales como Asonal Judicial. Por otro lado, los trabajadores contratistas por orden de prestación de servicios en Colombia en los últimos años se alcanzan a ganar salarios equivalentes hasta de dos canastas familiares, sin embargo, la inestabilidad laboral al finalizar cada año, la espera para conseguir nuevo contrato al comenzar el año siguiente exige apretar el cinturón y ahorrar para sobrellevar el tiempo que no estará activo y si no se ha ahorrado durante el año anterior, los vuelve vulnerables a rondar la miseria.
Por tanto, es importante vincular la lucha por alza de salarios a la lucha por la estabilidad laboral, entendiendo siempre que ambas deben hacer parte de la lucha general del proletariado por romper definitivamente las cadenas de la explotación y la opresión capitalista.





