La clase obrera y el pueblo en general han decidido llamar a Paro este 21 de noviembre. Se han sumado muchos sectores de la clase obrera, de los vendedores ambulantes y recicladores, de los indígenas y campesinos, de los estudiantes y la juventud en general, que por supuesto no están dispuestos a dejar pasar las reformas antipopulares y las medidas de los gobernantes. Un Paro necesario para demostrarles a los parásitos burgueses, terratenientes e imperialistas quién es la fuerza más poderosa, y para demostrar además que en Colombia ¡Sí hay con quien!
Las clases dominantes y los reformistas tienen miedo y han llamado a la sociedad colombiana que saldrá a protestar, a proteger la propiedad privada; desmintiendo además las descaradas medidas que en cabeza del régimen uribista de Duque quieren imponerle a las clases oprimidas. Pero los burgueses en su desespero por desmontar el Paro quieren hacerle creer al pueblo que no es cierto lo que han vociferado por los medios de comunicación meses antes y los proyectos que ya cursan en el establo parlamentario, típico de su hipocresía.
Las medidas que preparan las clases dominantes contra los trabajadores tienen mayores repercusiones contra las mujeres porque son ellas las que saldrán más sacrificadas con el trabajo por horas, con la rebaja del salario, con el aumento de la edad para pensionarse… justamente porque se aumentará la superexplotación y la discriminación contra la mujer, porque el tiempo no alcanzará para criar lo hijos, porque las mujeres indígenas y campesinas tendrán que alimentar la familia con menores recursos, porque los recortes en salud y educación siempre encontrarán en las mujeres las primeras en el sacrificio para acceder a ellos…
Por eso en este paro del 21 de noviembre la participación de las mujeres debe ser decisiva; ellas deben hacerse sentir como la fuerza que son: en Colombia son la mayoría de la población, son más de la mitad de los trabajadores, no solo para la producción de la vida material y social, sino además y especialmente, son una fuerza poderosa y decisiva de la revolución.
Es necesario entender que a pesar de que la mujer ya es vinculada por necesidad a las grandes industrias y empresas, su situación es de doblemente explotada, y sometida a las labores domésticas, los hijos y el marido; que es tratada como propiedad privada del hombre, a la vez que es obligada por el capital a salir a trabajar porque el salario de su compañero no alcanza, y además le han descargado la responsabilidad de cuidar solas a los hijos sin padre, porque la sociedad capitalista solo puede brindar una igualdad jurídica y en el papel.
A las mujeres especialmente por su doble condición de explotación y opresión, y a los hombres conscientes, los llamamos a pensar en la solución definitiva a los problemas sociales, que no puede ser otra que destruir la propiedad privada; porque ella es precisamente la que genera la doble explotación y opresión de la mujer; porque la somete a la humillación y discriminación social, con el machismo, con entidades como la iglesia y alguna música que solo degrada la mujer. Por ello hay que hacer la revolución que entregue la propiedad privada, ahora en manos de unos cuantos parásitos capitalistas, a todos los trabajadores para hacer que quienes lo producen todo sean quienes lo gobiernen y disfruten todo.
«LAS MUJERES LLEVAN SOBRE SUS ESPALDAS LA MITAD DEL CIELO Y DEBEN CONQUISTARLO»
Mao Tse-tung
Mujer combativa y revolucionaria, a destruir la falsa igualdad jurídica y económica que ofrece la burguesía como forma de distracción.
Mujer combativa y revolucionaria, a destruir la desigualdad entre hombres y mujeres para hacer la revolución.
Mujer combativa y revolucionaria, a destruir las ideas retrogradas que someten las mujeres a la doble explotación y opresión.
Mujer combativa y revolucionaria, a destruir el trabajo doméstico y la crianza de los hijo como mero oficio de mujeres, socializándolo, donde participen hombres y mujeres por igual.
Mujer combativa y revolucionaria, que germine un gran número de ideas entre todas aquellas que estén deseosas de cambiar su condición social y por ende de cambiar el mundo.
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