![Las acciones del ELN en el Catatumbo son contrarias a los intereses del pueblo 1](https://revolucionobrera.com/wp-content/uploads/2025/02/Eln-catatumbo.jpg)
La guerra en el Catatumbo continua a la fecha dejando más de 54 mil desplazados y oficialmente 56 asesinados, pero las cifras de muertos son mayores; principalmente los asesinados han sido de las filas del frente 33 de la disidencia de las FARC. Igualmente, ya no solo están en guerra el ELN y el frente 33, ahora se le suma la militarización de toda la región por parte del gobierno nacional, las tropas del ejército hacen fuerte presencia y curiosamente solo están combatiendo al ELN.
Sin embargo, en esta nota nos vamos a referir al actuar incorrecto del ELN que ha llevado a afectar a las comunidades catatumberas; una organización que dice ser revolucionaria debe analizar, previo a una acción armada, el daño que puede generar en las masas, quienes son en últimas el soporte del proceso, porque sin las masas no se logra avanzar hacia la revolución; en eso fallaron los elenos, al iniciar un ataque al grupo paramilitar en que se convirtió el Frente 33.
Por eso su accionar termina afectando seriamente a los campesinos y trabajadores agrícolas de la región, provocando que las masas se vuelvan reacias a la idea de la revolución. Los comunistas planteamos que la acción armada debe ejecutarse con el apoyo de las masas organizadas en diferentes niveles y con objetivos políticos claros. No es que un grupo de hombres armados aislado de las comunidades y dizque a nombre de las masas, hagan una avanzada para derrotar al enemigo.
Por otra parte, el ELN debe darse cuenta que el narcotráfico solo trae degradación social, tanto en las comunidades como en sus filas. aA pesar que en esa región simplemente cobren “vacuna” por el tráfico de pasta base, por la movilidad de insumos para el procesamiento de la cocaína o por los cultivos, la droga, que en apariencia genera dinero fácil, determina el pensamiento de los individuos que comienzan a ver en ese negocio una salida fácil, dejando de lado las ideas revolucionarias y a nivel social descomponiendo el tejido de las comunidades; incluso el consumo de drogas en los jóvenes de la región ha crecido. Por eso, la solución es comenzar un proceso de erradicación de cultivos aprobado por las masas, lo que exige brindar alternativas productivas contando con las organizaciones campesinas, sin depender del Estado burgués.
Los comunistas insistimos en el llamado a los revolucionarios que hay en el ELN a apartarse del guerrillerismo errante que no tiene perspectiva de conquistar el poder. Los invitamos a abrazar la ideología del proletariado y a comprometerse en la construcción del Partido de la clase obrera que permitirá centralizar la lucha revolucionaria del pueblo, organizar una verdadera guerra popular alrededor de un programa político que destruya el Estado burgués e instaure un nuevo Estado dirigido por los obreros y campesinos avanzando así al socialismo. Si los revolucionarios no dan ese paso, es fácil prever que el desgaste en los mandos y guerrillerada continuará y junto con ella la degradación, que terminará en la descomposición interna al igual que les pasó a las FARC, como consecuencia inevitable de perder la perspectiva de conquistar el poder con que nacieron como organización.
De igual manera, los comunistas rechazamos la solución del gobierno nacional de militarizar la región porque termina agudizando más la guerra y afectando más a la población civil. Exigimos el desmonte del paramilitarismo, que en el gobierno Petro se ha fortalecido y expandido como lo han demostrado los analistas; en particular, el Clan del Golfo se viene expandiendo en el Magdalena Medio y el Sur de Bolívar, a la vez que las disidencias en sus tantas divisiones hacen presencia en diferentes regiones del país. La paz no es la rendición de las organizaciones armadas; ella solo será posible realizando los cambios profundos que no se lograran conciliando con los enemigos del pueblo y con el Estado que los representa, sino en la lucha revolucionaria, con la toma del poder por parte del pueblo colombiano.
Reportero de Revolución Obrera en Santander.