¡La “Burguesía Nacional” Es Una Invención Oportunista!

¡La “Burguesía Nacional” Es Una Invención Oportunista! 1

La sociedad China en la primera mitad del siglo XX, por ser semifeudal y semicolonial, llevó a cabo una Revolución de Nueva Democracia que en esencia fue una revolución antiimperialista y antifeudal dirigida por el proletariado. Dado que en su estructura de clases existió un sector de la burguesía defensor del nacionalismo, la democracia y la vida del pueblo, esto es, una burguesía nacional cuyo doble carácter (aliada de la revolución por ser antiimperialista y a la vez enemiga de la revolución por ser explotadora de trabajo asalariado) se manifestó claramente en su actuación militar. En 1924 alianza entre el Partido Comunista representante de la clase obrera y el Kuomintang representante de la burguesía nacional; en 1927 traición del Kuomintang que da paso a una guerra civil hasta 1937 cuando de nuevo, hay alianza en la forma de un frente único contra la invasión del imperialismo japonés, hasta 1945 cuando la intromisión del imperialismo yanqui en alianza con el Kuomintang da lugar a una guerra de liberación que culmina en el triunfo nacional de la Revolución de Nueva Democracia el 1º de octubre en 1949.

Desde entonces, en otros países oprimidos semifeudales o capitalistas, algunos revolucionarios cometen el error del dogmatismo en el sentido de ahorrarse el análisis concreto de la sociedad, y en su lugar, copiar mecánicamente las características de la sociedad china, dando por hecho la existencia de una “burguesía nacional” por el aparente antiimperialismo de algún sector burgués como en Irán, Venezuela, Nicaragua, por ejemplo, donde sus gobernantes de palabra atacan al imperialismo yanqui, mientras mantienen las mismas viejas relaciones de dependencia con sus amos históricos, a la vez que les abren las puertas y abrazan a los imperialistas europeos, rusos y chinos.

Lo cierto es que la tendencia general de toda la burguesía en los países oprimidos, es la de asociarse con los imperialistas para sacar tajada en la explotación del pueblo, en la destrucción de la naturaleza y en el saqueo de sus recursos, y todo bajo el barniz de defender la “inversión extranjera por su aporte al desarrollo y al empleo”. Es la cínica defensa burguesa del dominio del capital financiero, de la opresión y explotación imperialista, que solo aporta a los pueblos del mundo guerras reaccionarias, destrucción, sufrimientos, hambre, destierro y muerte.

Colombia es la expresión exacta de una sociedad donde la burguesía de brazo con los terratenientes, han sido históricamente clases defensoras de la dominación semicolonial imperialista; clases lacayas que usan el poder del Estado y el régimen gobernante para proteger a sangre y fuego los intereses y ganancias de los monopolios imperialistas; clases asesinas que han dado vía libre a bases militares, tropas y armas imperialistas para reprimir y masacrar al pueblo; clases saqueadoras que han entregado a los monopolios extranjeros las riquezas naturales de suelo y el subsuelo, de mares y ríos, de selvas, bosques y páramos; clases despojadoras que en alianza con los imperialistas expropiaron 10 millones de hectáreas a los campesinos y desplazaron a 7,5 millones de trabajadores del campo.

La existencia de la “burguesía nacional” en Colombia es tan solo una invención oportunista. Organizaciones politiqueras como el Moir y su jefe oportunista Robledo, se convirtieron en representantes políticos de la burguesía agraria, en particular de la cafetera, en defensores acérrimos de sectores capitalistas como los azucareros, con el pretexto mendaz de salir en defensa de la “producción nacional” y de la “burguesía nacional”, desconociendo de plano que la economía colombiana hace parte de la economía mundial, que en cualquiera de sus sectores se produce en beneficio exclusivo de los explotadores capitalistas a cuenta del hambre y la miseria de los trabajadores, que sea cual sea el sector burgués hace parte de una clase que en bloque es pro-imperialista, explotadora y reaccionaria.

La defensa de una supuesta “burguesía nacional” en Colombia, es una miserable defensa de la explotación asalariada, un engaño a los obreros para llevarlos a la trampa de la conciliación de clase con sus antagónicos enemigos, una forma cobarde de apaciguar la lucha de clases en beneficio de los opresores, una artimaña para aplacar la lucha revolucionaria de los explotados cuyo derrotero hoy debe ser avanzar al Paro General Indefinido, a la Huelga Política de Masas para frenar a sus enemigos y avanzar hacia la victoria sobre ellos.

Toda la burguesía, todos los terratenientes y todos los imperialistas son enemigos a muerte del pueblo colombiano y en particular de la clase obrera. La contradicción con esos enemigos es antagónica, es decir, irreconciliable; solo se puede tratar y resolver con el método de la lucha de clases, con la violencia revolucionaria de las masas, con la insurrección que destruya todo el poder estatal de los explotadores.

Comparte