¡El Pueblo está Furioso! porque si bien los presidentes son elegidos por capitalistas de la calaña de Sarmiento Angulo, esta vez quedó a la luz, que los dineros de la mafia por conducto del Ñeñe Hernández, decidieron la elección en la Costa Caribe a favor de Duque, un títere de la mafia gobernante en Colombia comandada por el capo Uribe.
Presidir un régimen mafioso y paramilitar, en este Estado de dictadura de la burguesía, los terratenientes y el imperialismo, donde hoy en cabeza de las clases dominantes está la facción mafiosa de éstas, no porque sean muy hábiles políticos sino por su gran poder económico devenido principalmente del narcotráfico, no puede ser más que el sucio papel de un presidente títere mafioso.
¡El Pueblo está Furioso! porque a sus reclamaciones, la única respuesta del régimen uribista de Duque ha sido el terrorismo estatal con las golpizas del Esmad, la brutalidad policial contra los trabajadores que buscan el pan en el rebusque diario, la racha de asesinatos de dirigentes populares, amenazas, interceptaciones y listas negras contra todo aquel que cuestione o denuncie las bellaquerías del régimen gobernante.
Un régimen de gobierno cuya cúpula militar es experta en “falsos positivos”, en interceptaciones y seguimientos, donde de nada le valen los cambios cosméticos en la comandancia (Nicacio Martínez por Eduardo Zapateiro pues ambos son peores); ni tampoco la salida de los mandos encargados de las “carpetas secretas”. Las FFMM y la Policía son instituciones corruptas manejadas por la mafia y odiadas por el pueblo.
Bajo el régimen mafioso y paramilitar de Duque, instituciones creadas para engañar a las víctimas (Agencia Nacional de Tierras, Unidad de Víctimas, Memoria Histórica), pasaron directamente a manos de representantes de los verdugos paramilitares, donde la cereza del pastel es el nombramiento en la dirección de víctimas en el Ministerio del Interior del hijo del asesino paramilitar Jorge 40.
Hasta la Vicepresidenta Marta Lucía Ramírez representante del Partido Conservador, resultó involucrada con su esposo en negocios, ni más ni menos que con el narcotraficante y comandante paramilitar Guillermo León Acevedo Giraldo alias “Memo Fantasma”.
¡Duque, Mafioso! cuyo partido de gobierno, el Centro Democrático, es la expresión política de la facción mafiosa, y agrupa a los políticos representantes de la burguesía y los terratenientes que principalmente se beneficiaron con la expropiación paramilitar de los campesinos, apropiándose de millones de hectáreas de las mejores tierras; y otros sectores de burgueses y terratenientes que se les han sumando prestos a participar del gran negocio de la corrupción estatal. En el entorno inmediato de ese partido y del gobierno, están mafiosos y paramilitares al mando de ejércitos privados anti-restitución, con una extensa red de pistoleros y twiteros amaestrados.
La paz de Santos, como toda paz con la burguesía, fue una farsa donde se firmó la sumisión y aceptación de una nueva matanza de guerrilleros arrepentidos como ya lo han comprobado los hechos. Matanza que asumió el régimen uribista de Duque bajo el rótulo de “paz con legalidad”, siendo ya 196 los desmovilizados asesinados. Matanza que solo en el primer año de gobierno del títere Duque también cobró la vida de 226 líderes sociales, para un total por año de 250 en el 2019 y 100 en lo que va del 2020.
La farsa de la paz ha sido el taparrabo a la continuación e intensificación de la guerra contra el pueblo, donde el régimen uribista de Duque, mafioso y paramilitar, ha dado el respaldo de hecho directo y por omisión de las FFMM a las masacres, desplazamientos y expropiaciones de las masas del campo, para facilitar la expansión del paramilitarismo en disputa con los grupos guerrilleros, del control de territorios dedicados al cultivo de coca, del procesamiento y las rutas para la comercialización de sicotrópicos, así como del negocio de la minería ilegal.
¡Duque, Mafioso! ¡El Pueblo está furioso! por patrocinar todas estas y más atrocidades contra los pobres de la ciudad y del campo, mientras descaradamente todos los días se presenta en televisión con cara de madre superiora de la caridad.
¿Hasta cuándo querido pueblo colombiano aguantar tanto sufrimiento y humillación? Es hora ya de romper esa resignación que por todos los medios inoculan los opresores. Es hora ya de volcar la furia del pueblo en las calles, desfogarla en el Paro General Indefinido que sigue siendo necesario para enfrentar con fuerza a los enemigos del pueblo y para avanzar hacia una revolución que les haga morder el polvo de la derrota y la expropiación a los desalmados mafiosos explotadores, y a todos los chupa sangre capitalistas.