Del Ejército de Desempleados al Ejército de Luchadores

Del Ejército de Desempleados al Ejército de Luchadores 1

Con la pandemia de la COVID-19 se aumentó el desempleo, tanto para los trabajadores de contrato formal como también para el sector informal; situación que hizo insoportable la vida del pueblo trabajador en Colombia.

Es importante aclarar que la causa de la tragedia del desempleo, no es la pandemia como tal, sino la crisis económica y social de un sistema de producción capitalista al que no le importa la naturaleza ni la clase obrera, porque su esencia es producir ganancia. Y para garantizar dicho propósito los capitalistas tratan de aplicar todo el tiempo medidas para bajar costos de producción.

La manera como funciona el sistema hace que en la composición orgánica del capital aumente más rápidamente el capital constante (instalaciones, maquinaria, materias primas, infraestructura, etc.) que el capital variable (capital invertido en la fuerza de trabajo). Siendo esta la tendencia histórica “absoluta”, generando una población obrera “sobrante” o como Marx lo denomina el “ejército industrial de reserva” que en otras palabras son los millones de desempleados. Que paradójicamente, cuando hay crisis por sobreproducción cuanto y más acumulación hay de riqueza por parte de un puñado de parásitos ricachones, más extenso será el ejército industrial de reserva.

El aumento del desempleo en Colombia es un problema estructural que simplemente la pandemia empeoró

Colombia como país capitalista y semicolonial del imperialismo, no escapa a las leyes económicas que generan el desempleo en aras de favorecer a la burguesía, los terratenientes y sus socios imperialistas. Y aunque el Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE esté para maquillar las cifras a favor las clases dominantes, no puede ocultar la problemática del desempleo; el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, indicó que aumentó el desempleo del 2018 al 2019, “en el 2019 alcanzó los 2,6 millones (8,7% más que en 2018)”. Y en el 2020 con la pandemia la situación ha sido peor “en abril, la población ocupada llegó a 16,5 millones, indica que fueron 5,4 millones menos que en el mismo mes de 2019, cuando la población ocupada era de 21,8 millones.” Siendo la industria manufactureras, comercio, reparación de vehículos y actividades artísticas las más afectadas.

También es importante destacar que la crisis económica y social agudizada en el 2020 es única en la historia de la sociedad colombiana y en especial contra la clase obrera por el aumento del desempleo en 5,4 millones de personas y principalmente porque abarca de conjunto a las 13 principales ciudades del país, donde el DANE reconoce un 23,5 el porcentaje de desempleo con su pico más alto en el mes de abril de 2020.

Para el mes de octubre reconoce un porcentaje de desempleo del 14,7 %, lo que significa que hay 21, 2 millones de trabajadores laborando y 3,65 millones de personas desempleadas.

Esto nos ilustra que contamos con más fuerza para ser aprovechada para la revolución, ya que la pandemia aportó más combustible a la bomba social que está a punto de estallar. Ya que el sector informal no tuvo margen de canalizar a los despedidos de las empresas, pues el mismo sector informal fue golpeado por las medidas de la cuarentena.

El sector informal fue el más golpeado por las medidas tomadas durante la pandemia

Pero sobretodo lo afectó por ser un sector que representa el 63% de los ocupados, está por encima del sector formal, es decir, más de 14 millones de personas en Colombia y ello explica por qué el cierre total de actividades aplicado en el mes de abril, dejó la mayoría de familias principalmente de las grandes ciudades sin empleo y sin ingreso. Mientras que las empresas formales, principalmente las grandes recurrieron a rebaja de horas trabajadas, del salario mensual, créditos y subsidios otorgados por el gobierno para poder cubrir parcialmente su nómina.

Para rematar la mala situación de la clase obrera, los economistas y ministros salen con la “genial propuesta” de rebajar las condiciones laborales de los trabajadores disque para generar empleo, consistente en: “rebajar el salario mínimo en un 20 %, no pagar aportes a pensiones, ni aportes a las cajas de compensación, la terminación por justa causa se haría con una indemnización equivalente a dos días por mes.” En toda la historia de la sociedad colombiana nunca se había presentado una propuesta integral, tan lesiva contra los obreros. Ya en el 2008 Carrasquilla, quien fue Ministro de Hacienda en el régimen de Uribe, propuso hacer una reducción del salario mínimo con la mentira de facilitar la creación de empleo al reducir los costos en este mercado, pero ahora presionados por la crisis y aprovechando que con el confinamiento han limitado la protesta social, quieren imponer esta Reforma Laboral Integral bajo la misma mentira de que con ello se va a generar empleo.

Al contrario, se deben subir los salarios de la clase obrera, que es la que más consume porque representa más del 90% de la sociedad, lo cual genera mayor necesidad de producción y por tanto más empleo. Pero es tan mezquina, egoísta y asesina el carácter de la propuesta que refleja precisamente la decadencia de las clases parásitas a las que no les importa degradar al conjunto de la clase obrera y matar de hambre a otra parte.

Ante dicha crisis no hay mejor camino que el de la unidad para la lucha organizada del conjunto de la clase obrera, tanto empleados, subempleados y desempleados. El desempleo y subempleo se han convertido en otra pandemia social, poniendo al borde de la muerte a más de 3 millones de obreros, por ello es una situación que exige la lucha de toda la clase obrera para evitar una degradación general. Exige un gran esfuerzo de la clase obrera en activo, para contribuir a unir y organizar a sus hermanos que sufren por el desempleo, convirtiéndolos en una fuerza para la revolución.

Reivindicaciones del ejército de desempleados y subempleados expresadas por la Unión Obrera Comunista (mlm)

1- Derecho al trabajo.
2- Exigencia de garantizar un subsidio al desempleo equivalente al costo de la canasta familiar.
3- Pago de salarios completos a los obreros licenciados.
4- Contra el hambre y la miseria y por empleo digno. 
5- Contra la persecución a los vendedores ambulantes y el robo de sus mercancías.
6- Creación de nuevos puestos de trabajo.

Lo cual exige actuar con los siguientes criterios de unidad:

  1. Garantizar la independencia del movimiento de los desempleados con respecto al Estado, a los partidos y jefes politiqueros, a quienes el drama social de los desempleados solo les interesa por motivos electorales.
  2. Emplazar a los comunistas, revolucionarios, dirigentes y activistas a tomar esta tarea como parte de la preparación del Paro General Indefinido.
  3. Invitar al movimiento sindical a no abandonar a sus hermanos despedidos y contribuir con recursos y experiencia a la organización de los desempleados, cuya fuerza es decisiva para hacer retroceder a los capitalistas e impedir que sigan descargando la crisis sobre el pueblo trabajador.
  4. Llamar a la juventud obrera rebelde a ponerse al frente del movimiento político de los desempleados, lo cual le permite unirse alrededor de sus verdaderos intereses y con toda su clase.
  5. Convocar a quienes sufren el flagelo del hambre, a quienes no tienen ya nada que perder porque los capitalistas les han arrebatado todo, hasta el salario, a levantar con firmeza las banderas de lucha ¡Por Empleo Real, subsidio a los Desempleados y Subempleados, Alza General de Salarios y Derogatoria de las Medidas Antiobreras!, y ¡Contra la esclavitud asalariada, la Rebelión se Justifica!
  6. Hacer que el movimiento sindical apoye decididamente y sin reservas la organización y lucha de los desempleados tomando sus banderas de lucha como propias. Sus organizaciones deben hacer parte de las federaciones sindicales.
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