¡Anderson, otra víctima de la brutalidad policial!

¡Anderson, otra víctima de la brutalidad policial! 1

Anderson Arboleda, de 21 años, fue asesinado por la Policía Nacional a bolillazos. El “gran delito” que cometió este joven fue estar por fuera de la casa en medio del confinamiento obligatorio en Puerto Tejada, Cauca. Cuando los policías llegaron a solicitarle papeles para imponerle el comparendo, lo agredieron brutalmente en la cabeza. Después de eso, Anderson fue atendido por sus familiares y se dirigieron hacia el comando de la policía para poner la queja, pero como es obvio, nadie los atendió. Al regresar a la casa, Anderson sintió fuertes dolores de cabeza por lo que fue trasladado hacia la Clínica Valle de Lili, en Cali, donde falleció después que le diagnosticaron muerte cerebral. La comunidad salió a manifestarse en las calles de la población y a exigir justicia por este terrible crimen de Estado.

Hace unos días dábamos la noticia del asesinato de unos campesinos. Ayer reportábamos el asesinato de un indígena. Hoy el de un joven negro. Todos a manos de las fuerzas armadas del Estado de los ricos, por el Ejército y la Policía Nacional. Y nos reafirmamos en lo dicho, el exterminio del pueblo a manos de las fuerzas legales e ilegales del Estado es una política de Estado, el terrorismo estatal contra el pueblo, no es responsabilidad de unas “manzanas podridas”, es responsabilidad de toda la institucionalidad del Estado burgués-terrateniente. Ya lo oíamos hace unos días en la forma como unos funcionarios del régimen se expresaban de las comunidades indígenas, y se materializa con el asesinato de los dirigentes populares y de las masas desarmadas por cualquier razón injustificable.

En momentos en que el mundo está indignado por el asesinato de George Floyd en Estados Unidos, ahora en Colombia, asesinan a Anderson. La respuesta no debe ser menor que la del pueblo estadounidense, llamamos a manifestar nuestra indignación y odio de clase no solo en las redes sino en las calles, si lo hicieron con este joven caucano, lo pueden hacer con cualquiera, como ya lo hicieron con Dylan Cruz, Jhony Silva y demás. El Estado de los monopolios está podrido hasta la médula, solo les ofrece muerte y hambre a los obreros, campesinos y sus familias. No merece vivir un día más. Es hora de la rebelión violenta de los explotados y oprimidos.

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