En elecciones de 2018, la burguesía colombiana puso nuevamente a comandar el poder y proteger sus intereses al uribismo a través de Duque. El de Uribe fue un régimen de terror causante del mayor desplazamiento, asesinatos, desapariciones, torturas, y del aumento de los crímenes de Estado, mal llamados falsos positivos. De hechosegún investigación de profesores de la Universidad de la Sabana y la Universidad del Externado afirman que esta modalidad de asesinatos aumentó 154% entre 2002 y 2010, en el gobierno de la “Seguridad Democrática”.
Nada raro es entonces que ahora bajo el gobierno uribista de Duque, vuelva la asesina cúpula militar que regó los campos con las inocentes vidas de los hijos del pueblo, con el fin de reportar “mejores resultados”. Según Pacifista TV varias investigaciones se abrieron a “generales de la Patria” luego de demostrarse su participación en los llamados “falsos positivos”. Como premio, estos son nuevamente ascendidos por Duque, demostrando que su política de terror Estatal se mantendrá e incrementará. Algunos de estos generales son Nicacio de Jesús Martínez Espinel, con responsabilidad en por lo menos 23 falsos positivos a cargo de la Décima Brigada bajo su mando en 2005, además de Jorge Enrique Navarrete Jadeth, Raúl Antonio Rodríguez Arévalo, Adolfo León Hernández Martínez, Diego Luis Villegas Muñoz, Edgar Alberto Rodríguez Sánchez, Raúl Hernando Flórez Cuervo, Miguel Eduardo David Bastidas y Marcos Evangelista Pinto Lizarazo; todos involucrados en el asesinato a sangre fría de jóvenes engañados y secuestrados por el “glorioso” Ejército Nacional.
Con este panorama los medios de comunicación –no nacionales claro está– han puesto al orden del día la alerta por el regreso de los “falsos positivos”; pero no es el regreso, es la intensificación, porque estos son parte de las estrategias del terrorismo de Estado que las clases reaccionarias han utilizado siempre para proteger sus intereses y aplicar las medidas impuestas por el imperialismo. Los “falsos positivos” son crímenes de Estado, terrorismo de Estado ejecutado por los militares para dejar el camino libre a grandes empresas capitalistas y terratenientes para que exploten sin problema las tierras arrebatadas a sangre y fuego a millones de campesinos pobres y medios.
Por ello el pueblo debe desechar toda confianza en el Estado, en sus instituciones y gobernantes, quienes juran “respeto absoluto a los derechos humanos como lo más importante”, mientras legislan y gobiernan contra el pueblo manteniendo el poder político, económico y militar en beneficio de los explotadores. Ellos nunca harán nada por hallar y castigar a los principales responsable; aunque prometen investigaciones, solo llegan a condenar soldados rasos y mandos medios, pero jamás a los que dan las órdenes, de ningún modo darán el nombre, ni condenarán al patrón de los “asesinatos sospechosos”, y si alguien se atreve a denunciar, como lo han hecho algunos militares en los últimos días, se vuelven también objetivo y los tachan de traidores.
La intensificación del terror estatal, es una de las características de este gobierno uribista; y por eso al ascenso de los generales de la muerte se debe oponer la lucha revolucionaria del pueblo. Que no se repita el caso de los asesinatos de los jóvenes en Soacha, ni en La Guajira, ni en el Cesar, ni en el Cauca… La sangre de todos los hermanos caídos bajo las balas asesinas del Estado burgués, debe convertirse en mares de odio y rebeldía, debe abonar el camino hacia la verdadera liberación, hacia la emancipación de la clase obrera y de todo el pueblo trabajador.
Desde Revolución Obrera extendemos la invitación a las actividades que están impulsando los Comités de Lucha contra el terrorismo de Estado, como parte de unir las fuerzas del pueblo para enfrentar a este gobierno asesino. La invitación a las actividades en diferentes ciudades el país la encuentran en la página de Facebook: Comités de Lucha