¿Hasta cuándo tantas atrocidades contra la mujer?

 ¿Hasta cuándo tantas atrocidades contra la mujer? 1

El 19 de septiembre de 2025, Brenda Del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15) fueron engañadas con la promesa de asistir a una fiesta y subieron a una camioneta en La Tablada, Buenos Aires, Argentina. Cinco días después, sus cuerpos fueron hallados enterrados en una vivienda en Florencio Varela; habían sido torturadas, mutiladas y asesinadas con extrema violencia.

Es intolerable pensar en lo que ocurrió en Florencio Varela, en la sevicia, el terror, crueldad e impunidad de todos los hilos que maneja el tráfico de sustancias psicoactivas. Lo más espantoso, fue que su asesinato fue transmitido en vivo por redes sociales, como si fuese un espectáculo, un mensaje de miedo para quienes se atreven a existir, un escarnio a quienes se atreven a involucrarse con los señores del narcotráfico y un mensaje contundente que da cuenta de que la ganancia vale más que cualquier vida.

Este horror transmitido en vivo nos lleva a preguntarnos ¿Cómo puede ser que redes sociales que se jactan de «proteger a la comunidad» permitan que el femicidio se convierta en espectáculo, pero censuren una opinión política, una denuncia, una voz disidente? No es un error del algoritmo. Es una decisión.

El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Argentina, Javier Alonso, dijo públicamente que estos feminicidios se transmitieron en vivo por Instagram para un grupo cerrado. Según él, unas 45 personas vieron la transmisión. ¡Qué asco! Nos piden «seguir las reglas», pero las reglas no se aplican cuando la violencia es contra mujeres, contra pobres, contra quienes no tienen poder. Los videos del horror circulan impunes, pero una palabra incómoda se borra en segundos. Esa no es libertad digital, eso es complicidad con el silencio. Y es que esto no se tapa con simples comunicados, las plataformas que permitieron la transmisión deben responder y el Estado en Argentina debe actuar, porque lo que se transmitió no fue solo violencia, fue una advertencia. ¡Y nosotras no vamos a callar!

Que la digna rabia sea más fuerte que el miedo; que la memoria nos despierte; que ninguna atrocidad vuelva a ser viral sin que la justicia también lo sea.

Movimiento Femenino Revolucionario

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