Nota crítica a Revolución Obrera sobre «La Pasionaria»

Nota crítica a Revolución Obrera sobre «La Pasionaria» 1

A nuestro correo llegó esta carta de un lector en la cual expresa una crítica a nuestro Portal Digital, en concreto por el artículo de Dolores Ibárruri «La Pasionaria». La carta reconoce su indudable talento como oradora y su influencia en el movimiento obrero, pero expresa a su vez una crítica a emularla. Con argumentos científicos e históricos nuestro lector nos hace caer en cuenta de la necesidad de investigar a fondo y de tener en cuenta el análisis concreto y crítico en los casos en que se destacan dirigentes que aportaron al proceso revolucionarios, teniendo en cuenta la importancia de reconocer no solo los logros, sino también las limitaciones y errores.

Publicamos la carta de nuestro lector, agradeciendo su crítica y comprometiéndonos a discutirla y responder públicamente. Al aceptar esta crítica, nos comprometemos a seguir trabajando por la necesidad de reivindicar a aquellos que realmente han defendido los principios del socialismo.

Revolución Obrera


Desde hace un buen tiempo he sido lector de su periódico web, del cual considero es parte de los mejores portales comunistas que se pueden encontrar en estos tiempos donde hay páginas web que se proclaman ser defensoras del comunismo, pero distan mucho de serlo realmente.

Aclarada la concepción que tengo de ustedes, deseo ahora hacerles una crítica fraternal acerca de un artículo que publicaron hace unas semanas. El artículo en cuestión es el titulado “Dolores Ibárruri ‘La Pasionaria’”, publicado en su portal el 13 de noviembre de 2024 (https://revolucionobrera.com/efemerides/dolores-ibarruri-la-pasionaria/). Mi molestia con ese texto se debe a que un portal comunista como el que Ustedes tienen no tiene que estar haciendo promoción de personas que, a pesar de la influencia que llegaron a tener entre el movimiento obrero, tuvieron un papel oportunista y contrarrevolucionario, como es el caso de «La Pasionaria».

No sé si ese «descuido» al publicitar un artículo que rinde homenaje a una oportunista es producto de su desconocimiento sobre esa persona, o si fue por otras razones. Desconozco el motivo. Por lo que sólo quiero comentar algunas ideas al respecto.

Como comunistas sabemos que son las masas las que hacen la historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, sino determinadas bajo ciertas condiciones que responden al grado de desarrollo de las fuerzas productivas en un tiempo y lugar determinado. Aun así, en la historia hemos visto que han aparecido individuos que, gracias a esas condiciones, han tenido un papel importante en el desarrollo de los acontecimientos políticos, de los avances científicos, etc. Debido a ese papel desempeñado y las contribuciones realizadas en diversos ámbitos, estas personas han recibido reconocimiento por parte de las clases o sectores sociales. Entre el movimiento obrero hemos contado con varias personas de ese tipo, algunas han cumplido con responsabilidades dirigentes entre las organizaciones revolucionarias, a estas personas Lenin les llamaba «jefes».

El reconocimiento de estas personas, conocer acerca de sus vidas, de sus aportes a la causa del socialismo, nos sirven, no sólo para tener conocimiento de nuestra rica historia como movimiento, sino para aprender de sus enseñanzas, de su experiencia práctica, de sus aciertos y errores, y también, porque nos sirven de inspiración para intentar emularlos, proseguir con su ejemplo.

Entre el movimiento obrero, algunas de estas personas han tenido un reconocimiento universal, como es el caso de Marx, Engels, Lenin, etc., otros, solamente nacional, por ejemplo, en nuestro país tenemos a camaradas como María Cano, Ignacio Torres Giraldo, entre otros.

Asimismo, dentro de estas personas que merecen nuestro reconocimiento, algunas han tenido un mayor prestigio y se puede decir que son muy pocos los errores que cometieron en vida. En cambio, hay algunos que han cometidos varios, pero, aún así, como Lenin dijese de Rosa Luxemburgo, siguen siendo águilas que por más que en algún momento vuelen más bajo que las gallinas, seguirán siendo águilas.

A su vez, hay algunas personas dentro del movimiento obrero que han obtenido reconocimiento, pero que sus posiciones son bastante cuestionables, que terminaron degenerando política e ideológicamente, o que siempre fueron contrarrevolucionarias. Es decir, no eran -siguiendo la analogía de Lenin- águilas que por algunas razones volaron bajo, sino que pasaron de ser águilas a ser gallinas, o a lo mejor siempre fueron gallinas.

Entre estas personas tenemos a tipos como Bob Avakian, que durante buen tiempo fue un revolucionario, pero que en las últimas dos décadas degeneró en un oportunista con ínfulas de líder universal. O gente como Gilberto Vieira White que siempre fue oportunista. Personas así no pueden ser promovidas como ejemplos para la clase obrera y los revolucionarios. Dolores Ibárruri, cabe dentro de este último grupo de personas.

No niego que «La Pasionaria» fue una «oradora talentosa», una importante «figura política española», y que su destacada participación en la política de su tiempo llegó a ser inspiración para muchas mujeres obreras, pero, como dije anteriormente, Ibárruri no sólo fue eso, sino que también cumplió un papel contrarrevolucionario (para algunos desde la guerra civil, para otros, durante el final de su vida).

No voy a comentar la política que ella, junto a su partido, promovió durante la guerra civil, ya que es parte de un debate aún candente entre el Movimiento Comunista Internacional, y haría de esta carta un texto demasiado extenso. Así que sólo me voy a enfocar en su papel durante la llamada «transición» del régimen franquista hacia el actual régimen monárquico parlamentario.

En el artículo en cuestión, cuando se llega a la época «post franquista», solamente se menciona el regreso de Ibárruri a España luego de la muerte del dictador Francisco Franco, pero se deja de lado una cuestión política importante y es que su regreso del exilio fue posible debido a que el PCE había sido legalizado gracias a que este partido había hecho una «aceptación estricta, rigurosa y pública de la Monarquía, la bandera y la unidad de España, al tiempo que garantizaba que el partido se encargaría rigurosamente de evitar todo tipo de conflicto social sirviendo en unos casos de mediador y en otros de apagafuegos»[1].

Esa aceptación por parte del PCE de la dominación monárquico-burguesa iba acorde a la línea política formulada años antes por Ibárruri junto a los otros miembros del Comité Central, encabezados por el archi-oportunista Santiago Carrillo. Una línea política oportunista que llamaron «Reconciliación nacional» (sí, reconciliación con los fascistas y sectores sociales que salieron victoriosos luego de la guerra, con tal de que aceptaran el tránsito de una dictadura abierta hacia una «democracia» parlamentaria).

Igualmente, esa política oportunista está relacionada a que la dirección del PCE, entre ellos la misma «Pasionaria», aceptaron las tesis del XX Congreso (revisionista) del Partido Comunista de la URSS acerca de la «vía pacífica al socialismo». En el contexto español la entendieron como la sustitución del régimen franquista por los medios parlamentarios, y no por el derrocamiento de la dictadura y de las fuerzas sociales que la apoyaron y sostuvieron.

Por esos mismos años, Ibárruri fue de las dirigentes que en conjunto con su partido terciaron a favor del revisionismo soviético en contra de los marxistas-leninistas, en los que destacaban el Partido Comunista de China y el Partido del Trabajo de Albania. En España, esa lucha entre marxistas-leninistas contra revisionistas modernos fue llevada a cabo, entre otras organizaciones, por el Partido Comunista de España (marxista-leninista), los cuales libraron una lucha ideológica en contra del PCE y, por tanto, contra Dolores Ibárruri, a la cual consideraban de manera correcta como agente de la burguesía entre la clase obrera y por lo cual era necesario combatirla:

«Por el papel objetivo y subjetivo de agentes de la burguesía y de la oligarquía en el seno de la clase obrera, por su función de bomberos de la revolución que cumplen actualmente a favor de la burguesía y de la paz social, es imprescindible continuar e intensificar todos nuestros esfuerzos por desenmascarar, aislar y denunciar constantemente al destacamento revisionista en España encabezado por el grupo de Carrillo-Ibárruri»[2].

Además, Ibárruri fue la madrina política del ultra oportunista y contrarrevolucionario Santiago Carrillo, uno de los ideólogos del llamado «eurocomunismo», una variante derechista del revisionismo jruschovista, más cercana a la socialdemocracia que del marxismo.

En fin, estos son algunos hechos del papel oportunista y contrarrevolucionario que jugó Ibárruri durante ese periodo hasta el final de su vida. En el artículo no vemos ni siquiera una mención de eso. Aunque de por sí, como mencioné anteriormente, Ibárruri no debería tener un artículo resaltándola como una figura de inspiración para los revolucionarios pues es parte del grupo de esas personas que se pasaron a otra trinchera.

Los invito compañeras y compañeros de Revolución Obrera a que investiguen más a fondo sobre Dolores Ibárruri para que Ustedes mismos conozcan sobre la política que defendió y del daño que causó a la causa revolucionaria en España. Además, de que en el movimiento obrero hay otras grandes mujeres revolucionarias que sí merecen un artículo resaltando su vida y sus aportes a esta causa que nos hermana.

Con saludos fraternos me despido,

Un camarada y amigo

14 de diciembre de 2024


[1] Gregorio Morán. Miseria y grandeza del Partido Comunista de España. 1939-1985. P. 547. https://mcrcalicante.wordpress.com/wp-content/uploads/2014/06/miseria-y-grandeza-del-partido-comunista-de-espac3b1a-gregorio-moran.pdf

[2] Elena Ódena. “X años de lucha contra el revisionismo y el oportunismo”, diciembre de 1974. En: Escritos Políticos. Tomo I. España: Ediciones Octubre, mayo de 2021, p. 364.

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