El estallido social una tendencia imparable

El estallido social una tendencia imparable 1

La actual contienda electoral es para muchos la más rara. Candidatos como Hernández que de la nada pasan a ser una de las opciones a la presidencia o, como Petro que pese a reconocer la identidad que existe entre su programa y el de Hernández, sigue sin ser el favorito de la burguesía.

Esto obedece al desacuerdo existente entre las clases dominantes, respecto al tratamiento que se debe dar al imparable estallido que se acerca; no es un secreto que desde aquel 21N el movimiento de masas no es el mismo, como tampoco lo es que las exigencias y reivindicaciones agitadas en las grandes jornadas de paro no se han resuelto. La burguesía y los terratenientes saben esto de sobra, pues son ellos quienes tienen el poder del Estado a través del cual garantizan el infierno de superexplotación en que vive la mayoría del pueblo colombiano, generalizando la miseria y el hambre agudizada mucho más con la pandemia; por ello temen y prevén el nuevo estallido o mejor dicho una nueva Huelga Política de Masas, y no han logrado acordar cómo apagarla.

De ahí que los vaivenes electorales no son más que el reflejo de la crisis por arriba, que tal vez lograrán sortear por el momento con Hernández e incluso con Petro, pero la tendencia de la lucha de masas, atizada por la agudización de la crisis económica y social, alimentarán la crisis política y la división de la burguesía que el pueblo trabajador debe aprovechar en beneficio de la lucha.

Independientemente del candidato que triunfe, el estallido social es imparable, y para conquistar los derechos y reivindicaciones del pueblo, el elemento consciente, los luchadores consecuentes, los comités de lucha y las organizaciones sindicales y populares revolucionarias deben ponerse al frente y ayudar a revivir las fuerzas del paro.

Es necesario entonces reactivar las asambleas y encuentros populares, retomar las acciones en las calles en solidaridad con los presos por luchar, contra quienes el régimen viene arremetiendo por estos días; juntar nuevamente a los jóvenes luchadores alrededor de actividades culturales, artísticas, literarias y de todo tipo, preparando nuevamente las fuerzas de combate a la reacción teniendo en cuenta el aprendizaje y experiencia acumulada desde el 21N con las primeras líneas; activar la participación de los obreros desde sus asambleas, llevando la conciencia a las puertas de las fábricas y en sus luchas cotidianas y sobre todo, luchar por la unidad del movimiento, pues aunque actualmente el embeleco de un cambio por arriba haya logrado distraer una buena parte del pueblo, la realidad demostrará la justeza y verdad de la tendencia a la Huelga Política de Masas.

Quede quien quede, la situación de los desposeídos seguirá empeorando y el deber de los comunistas y revolucionarios es ponerse al frente de la lucha y preparar las fuerzas para que el nuevo estallido tenga una dirección revolucionaria y no se detenga hasta tanto no se conquisten sus exigencias.

Si las clases dominantes no son capaces de garantizar la vida de sus esclavos, de quienes obtiene su riqueza, el pueblo debe preparase para tumbarlos y para dirigir la sociedad.

¡Abajo el podrido Estado Burgués, viva el futuro Estado de obreros y campesinos!
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Un comentario

  1. Veo, como siempre, imprecisiones en sus escritos : dicen que existe identidad entre los programas de Petro y Hernández pero más abajo destacan la división que existe en la cúpula del poder, pero no las describen.
    Es notoria la falta de rigurosidad en la aplicación del metarialismo dialéctico en sus escritos .

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